miércoles, marzo 09, 2005

De bodas de plata con la vida (I)

El pasado martes 1 de marzo, se cumplieron 25 anyos del origen de todas mis alegrias y desgracias. En el hospital de Santiago, en Vitoria, unas cuantas personas vestidas de verde ayudaban a mi madre a sacar de su interior el fruto del crecimiento durante algo mas de 9 meses de la union de uno sus ovulos fertiles y un afortunado espermatozoide proveniente del trabajador del hospital que esperaba a pocos metros de ellos a la que relevaria su nombre y apellido.
24 anyos menos 3 dias antes, en una calle gris del barrio de Charlottenburg, la evolucion de ese grupo de genes combinados, caminaba junto a otro grupo de genes de una edad similar pero provenientes de otra latitud y longitud, que buscaba un aro de plata doblado formando un aro para que colgase de la parte inferior de la estructura cartilaginosa que configura su pabellon auditivo. Y con el pendiente en su poder y despues de vaguear algo mas por las arterias comerciales del centro de berlin oeste, se arrastraron con el gusano de metal hasta la parte este de la ciudad, donde mezclaron las tortillas con el ron, el aleman con el espanyol y el capitalismo con el nazismo, entre tartamudeos y mezclas con Coca Cola.
Ese mismo sabado que Queens Of the Stone Age supendio su concierto en Berlin por enfermedad de su cantante, despues de comerme un rollito de primavera y algo afectado por el ron barato del LIDL, sali de fiesta. Esperamos casi una hora en una cola a diez grados bajo cero despues de caminar casi el mismo tiempo para volver practicamente a nuestro origen. Y despues de mezclar magnitudes, cansancio y frio, entramos en el Salon Rojo. El salon rojo es uno de los dos clubs que se ubica en los laterales del Volksbuhne (escenario del Pueblo), uno de los teatros mas importantes del Berlin postcomunista. Como casi todos los clubes de Berlin, cambia de actores y de banda sonora dependiendo del dia de la semana y el mes, y ese sabado le correspondia el turno a los poppiindependientes del Carrera Club. El area bailable es algo mas grande que el Stereo, y las gentes flequilleras, con musica que me sirvio si no por completo si por momento para desquitarme de la sobredosis de tecno con la que Berlin me trata. Y asi con Pepa y su amigo de Albacete, Teresete y su amiga de Zaragoza, Elisa, Nulia y los dos habituales, continuamos la danza entre los sobrios poppies alemanes bajo la mirada de Stalin que colgaba sobre la cabina de mezclas, mientras grandes lamparas rojas devolvian su antiguo color a la noche berlinesa.
Como 4 cervezas aun no consiguen provocarme resaca, levante sano y contento para desayunar con Stefan en casa, encender el horno, dejarlo encendido, olvidar apagarlo y recibir la primera reprimenda por parte de mis cohabitantes de la casa. Todo esto sin resaca ninguna, pero sin embargo con un extranyo cansancio que me aconsejo no ir a jugar a baloncesto.Ordenados mis apuntes, despues de la comida-cena y de vuelta a la cama, me debatia sobre mis inminentes horas en una clasica tarde de domingo. De pronto aparecio la energia por algun lado, y corriendo llegue al sitio donde la noche anterior debio haber tocado QOTSA. Consegui una entrada por 15 euros que podian haber sido 10 de haberlos tenido sueltos (cosas de la reventa) y despues de ver a unos emometaleros alemanes y un grupo punk-rock garajero americano que me gusto mucho, disfrute del primer concierto de la semana con THE DONNAS. Presentaban el disco nuevo, mucho mas flojo en mi opinion que los anteriores, por lo que solo disfrute mas que con las teloneras punkrockeras cuando tocaron sus temas clasicos, y en alguna contada ocasion con los nuevos. Estas chicas pierden mucho cuando se atreven con los nuevos tiempos, y les hubiera pedido por favor que se limitasen a lo que saben hacer bien: rock clasico y acelerado con esas gotas rabia femenina que les dio la fama. A parte le hubiese pedido algo mas a la guitarrista, que dominaba su guitarra con ensimismaniento, o a la baterista si no la hubiese tenido tan lejos. La cantante a parte de exceso de maquillaje me parecio que confundio un poco actitud con altaneria, y la bajista aparte de poco atractivo fisico no iba muy sobrada de actitud.Objetivamente y subejtivamente, no me gustaba. De las dos formas me gusto, el concierto y volvi a casa cansado pero contento.
La siguiente semana tuvo aun mas clases y muchisimos mas riffs de guitarra. Por otros 25 anyos escuchando rock.











escuchando-> Potpurri de Curro (tecno, cumbia, folk vasco)
leyendo-> Leia la Zitty hasta que desaparecio de mi casa el dia de la fiesta (666)