sábado, noviembre 07, 2009

Preparando otro viaje

Después de escribir mi ultimo post, pasados mis dos dias de cama y mi enfado con el mundo, tenia que comenzar a preparar mi enésimo viaje del anyo, esta vez en busca de la familia. Quería ver a mi hermano en Bélgica y a mis padres en Alicante. Este verano, debido a mi indisposición emocional no habia tenido lugar mi habitual viaje veraniego a casa, a los orígenes, y tenia la visita aplazada.
Una conexión a internet poco fiable y problemas con mi tarjeta de credito hicieron que se hicises imposible reservar los billetes el martes, pese a que se me hizo la hora de acostarme en el intento. El miércoles en la uni, y pasadas la reunión semanal y el seminario que sobreviví con una desgana inhabitual en mi, ultimé al fin los ultimos detalles, hablé con mi banco y compré los billetes. En las ultimas horas de trabajo, justo antes de comer, aun tuve tiempo de trabajar un poco. De vuelta a casa subido al S-Bahn me despedía de Dirk telefonicamente en una conversacion que me acompanyó hasta el supermercado, mientras mi colega de los tiempos de Neubrandenburg me contaba todos los detalles de su viaje a Nepal. Después ya en casa hablaba con Fiona planeando un hipotético encuentro en su pais natal. Ponia una lavadora y arreglaba el la habitación y todas las cosas para marcharme.
En realidad partia el viernes, pero el jueves estaba hipotecado a despedirme de algunos amigos. Cómo esta semana tampoco habiamos quedado el miércoles, estando yo aun convaleciente, tuvo lugar el jueves mi reunión habitual con J. Esta vez vino tambien Philip, uno de sus dos colegas alemanes, y en lugar de reunirnos en el Hotel nos reunimos en Alex. Dimos un par de vueltas absurdas por el centro del este, buscando las luces del festival de iluminación que cada anyo ponen por estas fechas por Berlin. Defraudados por la iluminación de Alex y la de la catedral, de la que esperabamos mas, fuimos hacia los patios de Hocker a cenar. En el lugar de las minipizzas que miran a la calle de las profesionales de la noche me tome unos minispaguettis.
Despues tomamos un par de cervezas contando historietas en uno de los pocos lugares que me gustan para tomar birras en esta cena, en un pequenyo refugio entre el Starbucks y el bar de Tapas con la bandera espanyola en la puerta. Tuvieron que dejarme dinero porque se me acabo el mio y no logaba encontrar la tarjeta de credito.
Llegaba casa antes de la medianoche y seguia cansandome de una forma inaudita. Comenzaba a sospechar que mi enfermedad no habia pasado del todo, pero debia partir al dia siguiente. Decidi acostarme y prepararlo todo al dia siguiente.
El todo se me hizo demasiado: preparar la mochila no me llevó mucho tiempo, pero la infructuosa búsqueda de mi tarjeta de credito me incitó a ordenar la habitacion, lo que me llevó un par de horas. Después quise limpiar en cuarto de banyo, ya que oh horror, desde aquella semana alguien habia instaurado un plan de limpieza para nuestro piso. Pero no me di tiempo, y sali corriendo del piso con las gafas puestas y el sulo del banyo húmedo, con 45 minutos para llegar a la puerta de embarque.
escuchando-> Uncle Tupelo, New Madrid
leyendo-> sobre San Agustín