sábado, noviembre 07, 2009

Muchas gotas de agua fria

Regresé a Berlin el dia uno, justo para empezar Noviembre y la epoca fria del anyo. En Alicante habia dejado de nuevo a mis amigos que cada vez veo mas parados y me habia traido unos cuantos kilos de mas y la piel levemente enrojecida. El domingo nada mas llegar me encontraba aun en estado semicatatonico, no sabiendo aun si seguía leyendo en el aeropuerto de Bergamo, sobrevolando el mediterraneo o los Alpes. Un Kebab con extra de queso y doble de carne me confirmó que habia vuelto a la capital de lo que un dia fue Prusia.
Desde el lunes quedó claro que las vacaciones me habian sentado muy bien: concentrado en el trabajo, apenas mirando un par de veces el periódico y las noticias, y sobre todo sin pensar en el incidentes veraniegos mientras trabajaba. También desde el lunes quedaba claro que mis dias de cansancio inexplicable aun no habian pasado, y volvia del curro directamente a casa sin fuerzas para otra cosa que cenar y dormir. Disfrutaba de las viandas traidas de Espanya y me preguntaba que ocurría en casa: o no habia nadie o si lo hacian al llegar se cerraban las puertas. Stefan habia volado a New York el domingo, y yo tenia la sensación que toda la gente a mi alrededor se habia vuelto de repente silenciosa, recluida y reservada.
A pesar de seguir cansado, reuní fuerzas y ganas para preparar mis cosas de deporte el martes. Trabajé igualmente con fuerzas mientras en la calle no dejaba de llover. Cuando salí de la oficina al final habia amainado, y llegué al basket seco y con ganas de jugar. 2 horas después y con leves agujetas seguía haciendo frio y volvia a lloviznar. Regresaba a casa con ganas tan solo de acostarme después de haberme tomado la cena, pero cometí el error de comenzar a ver un capitulo mas de mis otonyales ficciones heroicas, y me ponia a dormir otra vez muy tarde.
Noviembre avanzaba y la lluvia quería tornarse nieve, pero al suelo aun celoso del calor que le queda no dejaba cuajar a la nieve. En la uni me reunia una y otra vez con estudiantes, profesores y otros colaboradores. Mi companyero de Vietnam se asombraba por primera vez por ver copos caer del cielo y yo seguia sin perder mucho tiempo en leer el correo en horas de trabajo, aunque esta vez tuviese razones. De una de las muchas redes sociales a las que por error me inscribi me llego un mensaje con aspecto verídico de una chica Rusa que me queria conocer. Volvía a casa mas tarde de lo que queria, pues tenia recibos por pagar antes de la cena.
La cena del miercoles se concretó con horario alemán: a las 19h me encontraba con el resto de comensales. Pipit, Tunc y yo nos juntamos con Renate, la encantadora senyora que nos ensenyó alemán mejor de lo que nadie podria haber hecho hace casi ya cinco anyos. Se escribe rápido, y casi tan rapido han pasado, aunque el numero de posts subidos no siempre de fe de ello.
Cenados y a unas prudentes 10 de la noche regresamos a casa. Debido a que cenamos en mi barrio, yo no tardé en conectarme al ordenador, volver a sentirme de nuevo extranyamente cansado y rehusar juntarme con Jose el primer miércoles despues de mi vuelta. No rehusaba sin embargo de mis viejas costumbres, y no me fui a dormir hasta que conseguí terminar de ver la cuarta temporada de heroes.
El jueves logré levantarme a una hora igualmente heroica para mi, reunirme después con una persona a la que habia evitado durante dos meses, y dejar claro mi trabajo para los dos siguientes. No habia salido el dia anterior, pero me sentia satisfecho de poder al fin, poder continuar trabajando continuadamente, sin esclavitud de mis recuerdos.

escuchando-> Batlles, Rainbow
leyendo-> a los cuatro padres de la iglesia

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No todos tus amigos están cada vez
más parados!!!

En mi caso es sólo que estoy tomando carrerilla para retomar y no parar

:P

7:52 p. m.  

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