jueves, marzo 06, 2008

Otra soplada de vela

Normalmente, el día anterior al de mi cumpleanyos es el veintiocho de febrero. Sin embargo, un de cada cuatro anyos ese dia es el veintinueve. El 2008 en uno de esos anyos y el jueves veintiocho de febrero quedaban aun dos dias para celebrar mi veintiochoavo aniversario. Pasado el estres del lunes y martes y todavía pensando un poco de refilón en la pelicula vista el dia anterior, anterior llegué temprano a trabajar y enseguida me puse a estudiar como si tuviese un examen. En realidad lo tenia aunque yo no era ni examinante ni examinador, sino “Beisitzer” (algo asi como “el que se sienta al lado). Otra vez el examinando, o examinanda en este caso eran de origen espanyol, o vasco según se mire, y aparte de aprender un poquito más sobre motores el examén me sirivó para que se me confirmase una vez más la benevolencia de mi profesor. Tras esto y como cada dia, me sumergí en mi mundo de simulaciones y sistemas de ecuaciones que no convergen. A la hora de comer lo hice con la fracción de mi departamento partidaria de la cafeteria del edificion de matemáticas, la que esta en la ultima planta de este edficio y desde donde se tienen unas bonitas vistas sobre la avenida del 17 de junio si el dia es soleado como era el caso. Después se tornaria lluvioso y mas tarde nublado y ventoso. Antes de que se pusiese a llover y después de comer traté de llevar mi voto a la embajada de mi pais, voto para las elecciones generales que tendrán lugar el domingo de siempre.

Lluegué pasada la hora de apertura al público, pero aproveché para meter mis votos el os respectivos sobres sentado en un banco junto a la embajada, y regresé al trabajo. De nuevo terminé más tarde de lo que esperaba, liado entre burocracio y simulación, y cuando volvia en tren a casa pensaba solo en quedarme en ella y descansar. O intentar hacerlo de alguna manera, de nuevo infructuosa. Llamé a mi antiguo arrendatario de Neubrandenburg y continuaba dandome pocas esperanzas de recuperar la fianza que le pagué en su dia. Supongo que cualquier persona con tanto dinero casi perdido de forma estúpida estaria dándose cabezazos contra la pared de estar en mi situación, pero yo ya habia medio asumido que podia perder el dinero cuando Sali apresuradamente de mi hogar nuevobrandenburgués, asi que colgué el telefóno sin pena ni rabia. Corriendo salí a correr, aunque para llegar a donde debia empezar tuve que subir antes a mi bici y cruzar mi barrio y el rio hasta llegar al parque de Treptow. Alli me esperaba Mathias y cuarenta minutos de trote ligero por el parque y su contnuación natural, siempre a la vera del Spree. Por fin hacia deporte y llegaba a casa con el cuerpo cansado pero agradecido. Me tumbe con un refresco en la cama y leí unas cuantas lineas del libro que liberé del polvo en la mudanza mexicana.

El ultimo dia de mi vida con veintisiete anyos entregué en la embajada espanyola en Berlin mi voto para las elecciones generales del 2008. No había sol pero el dia tampoco era de un gris muy intenso, y con mi pequenya bici crucé el Tiergarten hasta llegar a mi oficina y pasar unas horas mas ocupado con mis vicios profesionales. Como todo viernes comi pescado con Cristian y Carl Johan y salí de la universidad con el sol ya oculto cuando casi no quedaba nadie mas. Decidí volver al este en bicicleta y me perdí un par de veces por el camino, o quizas debiera decir que no encontré el camino, por lo que aparecí en el punto de encuentro con los mexicanos casi una hora tarde, cuando del Döner ya solo les quedaba el papel. Fueron amables y me esperaron tomandose una cerveza mientras yo cenaba. De alli saltamos en metro a la calle de las putas y los turistas, ya sin la companyia de Roy. Nos tomamos unas papas fritas en la calle esperando a alguien mas pero al final entramos al pago-concierto solamente Nico, un amigo de su familia de Monenbasi, Grecia y yo. JLM - Live

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El concierto era el pago de Nico por ayudarle en su mudanza, y desde luego valía mucho mas de lo que Nico pagó. Johny La Marama es un monstruo de tres cabezas, una yanki, otra sueca y otra alemana que hace Jazz experimental y salvaje, pero con una calidad y calidez que te hace pensar en no intentar nunca en dedicarte a tocar música. Porque nunca lo haras como ellos. Nico y el de Monenbasi se fueron a su casa y a yo la mia recordando los guitarrazos finlandenses del Bycicle Revolution. Mi bicicleta se quedó aparcada en la plaza Rosenthaler.
En casa me esperaba un sorpresa: Uli, Steffan y un invitado sopresa venido de Manresa y aterrizado en nuestro piso de casualidad me esperaban para brindar con vino seco por el dia que comenzaba. Por suerte no era el unico cansado y no necesitamos salir para celebrarlo aun mas. Basto con quedarnos en casa, hablar y bostezar. Aun así volvi a la cama a las 5 de la manyana

Desperté mas tarde de lo que en un principio pensaba hacerlo. Cuando lo hice, la exhibición sobre preparación de cerveza de codigo libre en la nueva cerveceria de mi barrio habia comenzado media hora atras. Por un momento volvi a pensar en no ir, pero una llamada salvadora de Mathias me saco de mi desidia matinal y me llevo hasta la calle Wuhli, a ese maravilloso nuevo local de punkis veganos cerceceros. En ayunas tome una sidra (tambien de elaboración propia de la cerveceria, por supuesto) y de un inducido buen humor continue pasando el dia con Mathias dando vueltas por el centro de la ciudad. Mientras respondía a esas llamadas que tanta ilusión me hacen, Mathias y yo tratabamos de no salir volando y empapados: al cielo debo caerle mal y me regaló en mi dia un extranyo temporal.
Yo me autoregalé la bolsa mas cara que nunca jamas he tenido, y me compré con la vista unos altavoces para mi cuarto. Volvi a casa me tumbé y descansé, y antes de darme cuenta la pareja pana aparecia por casa.
Nos saludamos y se hicieron las diez, y con otros cuatro amigos mas fuimos a cenar a una trattoria con italianos de verdad. Cenamos y bebimos vino, y nos quedamos en la mesa hasta que el restaurante cerró y mi dia dejo de ser mi dia por este anyo. Con el vino nos subieron las ganas de bailar, y a gritos llegamos hasta el Rosis a escuchar drum and bass. Con solo una baja de la cena bailamos salvajamente en una y otra sala, y yo despilfarraba mi excesivo sueldo. Cada vez menos sobrio bailabamos y reiamos, Nico encontró una alegria rubia y alta y el resto nos perdiamos por las salas buscando otras caras bonitas que conocer. Lo de siempre, pero bien, los negratas cantaban haciendo la musica aun mas bailable y el local se llenaba sin agobiar. En algún lugar del tiempo ya de madrugada, y tras encontrarme con tres estudiantes de mi departamento, me encontré, otra vez, con mi miedos, mis fantasmas y mi angustia.

Pensé que lo habia dejado atras, pero volvió como siempre. No paso lo que yo temia que pasara pero yo crei verlo y me asusté, bebí y bebí y ya no vi mas, solo creí en mi convicción.

Asi de nuevo, otra vez volvia una fiesta mia ha convertirse en triste, y miraba como siempre agachada entre los celos y la envidia como los otros hacian lo que yo nunca he sabido hacer. Y con quien yo siempre quise hacerlo. Pero pasó o no? Quizás sea eso ya lo de menos, una anécdota, pues solo cuenta como lo interpreto yo.
Y al despertar me sentí tan mal como no me habia sentido en anyos. O quizas peor, por volver a repetir una sensación que ya creia muerta. El alcohol me conducía en mi triste paseo insomne por la manyana, girando en la cama sin encontrar mi norte. Encendí el ordenador y busqué todas las canciones tristes que pude, queria emborracharme de mi desenganyo, el alcohol no me sirve ya. Y asi he pasado una hora y otra, y otra, y otra mas, deseando desaparecer, salir del campo gravitatorio de este planeta y volver a caer minutos, horas o meses después. Pero no pasó. Me levanté y camine por el barrio sin destino ninguno, lloré y me tumbé en el suelo, gemí me levante y volvi a la cama. Y en algun momento decidi contarselo a alguien. Y que mejor expiacion que hablar con el diablo y sincerizarse con el. No me ha curado las heridas, pero me ha hecho ver que debo aprender a vivir con ellas. Y me he levantado de la cama, y he cumplido con lo que tenia que hacer. He hecho las maletas y he salido a la calle. Debido a mi mala memoria he tenido que volver al despacho y recoger algo que olvidé alli, he deshecho parte del camino andado y he llegado a la estación. He cenado y me he subido al ICE. Por primera vez en mi vida. Manyana tambien por primera vez, asistiré solo a una conferencia. Y con los quilómetros, y otra vez mientras escribo, vuelvo a sentirme mejor.

Una llamada amiga desde el Sur me ha hecho sentir mucho mejor, y acordarme de los que me llaman de otros lados, apartando mis ojos del punto fijo al que llevo mirando todo el dia.. La herida ahora esta tapada bajo mis ropas y no duele. Pero debo ser consciente que alguna noche, cuando vuelva a encontrarme ebrio y perdido volverá a golpearme. Y tengo que aprender a que no me duela.

Escuchado => Beck, Loser
Leyendo => Historia de la Filosofia, A. Rusell