jueves, junio 14, 2007

Un capítulo casi concluido

Era evidente que no iba a recomenzar a escribir el informe sobre mi tesis el domingo. Cómo si de una profecia autocumplida pero nunca dicha se tratase, no se llevó a cabo. Pero para mi beneficio, fue mi mejor domingo en semanas. Sin resaca, y con un ligero suenyo similar al producido por el consumo de marihuana. Y es que, aunque no salí, no me acosté antes de las 5 el sábado noche-domingo día. Y claro, al despertar, debía prepararme ya para salir a brunchear hacia una esquina perdida de Friedichshain. Me costó horrores llegar hasta allá, pues la hora de carrera de la noche anterior me pasaba factura. Me hinché bien a comer como en mi es bien habitual. Estaban los habituales: la cuadrilla canaria, sus parejas, Daniel y algún amigo aleman infiltrado. Los días en Berlin continuan siendo horriblemente calurosos, sin nada que envidiar a los de Espanya. Quería haberme puesto a dormir, pero en lugar de un cd quise ver un concierto de Kiko Veneno, y una cadena indescriptible de conexiones musicales me llevó hasta Sonic Youth. El destino me los trae a Berlin el día 27. La siesta fue la del borrego, y cuando desperté para comenzar a estudiar, Uli apareció por casa con Steffan para volver a salir de ella. Me uní a ellos y fuimos a la piscina del Río (donde se encuentra la mejor sauna de Berlin en invierno) donde un pianista tocaba jazz electrónico sobre la arena. El anochecer, de calor naranja entre la torre de la televisión y el puente del Oberbaum, lo saboreé en toda su delicia metido en el agua.
Volví a casa y antes de acostarme ví el ultimo de heroes. Y el lunes, martes y miércoles, PIM, PAM, PUM, PIM al despacho de Valentín. El lunes visité antes el despacho de la Uni y pude entregarle algo a Annet. La alarma antiincendios saltó y tuve que salir de la oficina antes de concluir mis horas y de entender algo del programa en C que leia. El suenyo me tiraba hacia atrás, y los fantasmas de mi nerviosismo aparecían detrás de la esquina, quedándse allí escondidos hasta el día de hoy. Nerviosismo que parece casi fisiológico, pues me encuentro de alto ánimo y de cabeza despejada. Nada mejor que leer sobre Urbanismo para calmar los nervios, además, el informe continúa reescribiéndose a buen ritmo. El miércoles por la noche, entre lágrimas de suenyo y emoción, vi terminar la primera temporada de Héroes, mi serie de esta primavera. Entre los ratos divertidos, los nervios seguían asomando. Aún no me han respondido los de Neubrandenburg, y el ratón de mi nerviosismo parece encontrar un queso donde morder. Pero solo a ratos.
El martes nos bebimos la botella de Txacolí, no se muy bien a cuento de que. Luego aparecieron unos amigos de Anna y tuvimos que seguir bebiendo un rato y comiendo un pan fabricado en nuestra máquina (si tenemos una de esas).
Hoy antes de ducharme por fin, he jugado al baloncesto. Debería haberlo hecho un dia antes y en sociedad turca y no de forma solitaria, como lo he hecho. Las autoridades competentes nos cerraron el pabellón el día que yo iba a conocerlo llevando conmigo a dos amigos turcos más. Y habiendo dejado el programa para Valentín a medias cuando parecía que comenzaba a funcionar. Tuvimos que cambiar el pabellón por una pizzeria y levantar las jarros en lugar de formarlas con nuestras manos. Al llegar a casa, Steffan y el amigo germano-uruguayo revelaban fotos en nuestro cuarto de banyo bajo su identidad secreta de cuarto oscuro.
En la universidad ya no queda casi ninguno de mis companyeros de despacho. Solo el alemán barbudo y que habla poco, que ahora en la intimidad se vuelve mas comunicativo. Espero que vuelva Bego de Valencia un dia de estos, porque a parte del barbas solamente un ruso con pantalón de deporte se pasea por los despachos. Ahora que comienzo a terminar, conozco también a otro italiano, amigo del perugiano que sustituyó a Leo. Hoy comí con ellos recordando el caracter mediterráneo en otro maravilloso día de sol veraniego. Todo va bien y el proyecto avanza, aunque conforme se acerca su fín parece querer alargarse y alargarse cada vez más. Esta semana debo concluir el capítulo que debía haber concluido antes de irme a Espanya. Y entonces podré salir sin remordimiento a matar un poquito mis nervios.

escuchando-> Sonic Youth, conociendo a los padres de la distorsión moderna
leyendo-> Niebla, la nivola de Unamuno

1 Comments:

Blogger Ricardo said...

Hola Jose Luis,
Esta tarde he descubierto buscando informacion del PEESE. La verdad es que me he pasado casi toda la tarde leyendo tus aventuras y desventuras de Berlin.
Me han admitido en el programa PEESE y me gustaría hacerte algunas preguntas:
-Tu opinión del programa
-perspectivas laborales en Alemania tras finalizarel master.
-Perfil de los alumnos:
-¿Suelen tener experiencia previa?
-Edad media. Es algo importante, no me gustaría ser el abuelo (33años) o el bisabuelo.

Te agradecería mucho que contactaras conmigo en mi correo (ricardo189@yahoo.com)
Un saludo
Ricardo

10:39 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home