sábado, febrero 13, 2010

Otra vez entre estudiantes

Creo que ni aun haciendo un esfuerzo seria capaz de recordar una semana de las mas de 200 que llevo viviendo cerca del muro en la que mi ocupación profesional (lease tambien si se desea) académica ocupese un primer plano. Hasta que llegó l semana del 11 al 15 de enero de este anyo.
El lunes aun con el regusto de la ternera del domingo en la boca, aparecí por la universidad antes de las 8. No conseguí ser el primero en llegar, pero poco me faltó. Preparamos todo lo que necesitaban los estudiantes, y al final nos enfrentamos a ellos sin el coordinador oficial y companyero de oficina aun enfermo. Salí de la universidad 12 horas mas tarde, con entevistas hablando en inglés y frances de por medio, un encuentro con mi amigo italiano, y la sensación de que no iba todo lo bien que pensaba que iba a ir.
Conforme pasaba la semana me sentia mas agusto pero no disminuia el nivel de ocupación: el martes al fin comenzaron a funcionar las cosas, pero hube de quedarme de nuevo hasta llegar la noche para que pudieran seguir funcionando. Trataba de multiplicarme el miercoles para estar en dos lugares a la vez y encontrar un hueco para comer. Mientras tanto asistia entusiasmado al ejercicio sociológico de tener a 20 estudiantes alemanes metidos en una sala y tratando de llevar un proyecto adelante. Y aun 201 semanas despues de aterrizar al norte de centroeuropa, sigo aprendiendo cosas nuevas de la gente entre la que vivo. Estos dias, especialmente de entre los que estan dejando de ser adolescentes. Aprendí que aqui la gente no trata de escaquearse del curro como en otros lares de forma general, pero que esta afirmación no se cumple en un 100% de individuos. Que si no están motivados no hacen nada, pero que si se motivan se crean ellos mismos el estrés hasta lograr su objetivo. Y que aun con 20 anyos el sentido del ritmo tienen que adquirirlo, por mucho que escuchen Minimal en su Ipod y se dejen ver como los mos guays en el comedor. Podria escribir un par de paginas acerca de lo que observé estos dias, pero esta recolección de textos trata sobre mi y solo tangencialmente de los que me rodean.
Otra experiencia positiva de la semana fue conocer mejor a un par de companyeros con los que no habia tratado mucho hasta entonces. Como siempre me ocurre la semana me mostró de nuevo que siempre es necesario dar una segunda oportunidad a la gente, sobre todo si la figura de la gente hace que se te obnubulice la mirada. Aunque como siempre a parte de nublarse mi mirada e intercambiar sonrisas, no paso nada que no me atreva a contar por aqui.
La semana terminó con satisfacción para todos. Yo me sentia algo mas suelto y rejuvencido, dispuesto a enfrentarme de nuevo a las estudiantes la proxima vez que tuviese ocasión. Y con mi mirada obnubilizada, no tuve tiempo para entonar mis cantinelas autocompasivas. Stefan me propuse ir a Leipzig y no se me ocurrió plan mejor para el viernes que subir a un coche con un desconocido rumbo a la ciudad de la estación de tren mas grande que conozco.

escuchando-> Ricardo Villalobos bailado por adolescentes cools en una sala de la universidad
leyendo-> Datos y estadísticas que luego olvido