miércoles, octubre 11, 2006

Casi otra semana mas readaptandome

Seguía estando la segunda parte de la segunda semana tras mi regreso aun con humor cambiante: el miercoles despues de haber hecho tantas cosas, se me torcio al final de nuevo el humor, y me refugie leyendo hasta altas horas de la madrugada.
Asi que el jueves se fueron al parque mis planes de ir a la Uni o de hacer algo en casa por la manyana: volví a despertar al mediodia, a desayunar con calma y a seguir leyendo un poco más. Después me desempolvé un poco de la vagancia y lei algo mas del proyecto y termine de reestructurar todos los documentos que tenia pendiente.
Sali a comprar y en la puerta me encontré a Stefan, que me invitó a ir a ver una peli a casa de su hermano, que tiene un proyector gigantesco posiblemente originario de finales de los 70 o de los 80, que le regalaron en un hospital donde trabajó haciendo unas practicas y que ahora le permite tener un minicine en su habitación.
Cómo a toda invitación de Stefan no se puede negar uno: en primer lugar por su caracter y simpatia y en segundo por su afición a la cocina. Y por lo que he visto, no es el unico en su familia.
Esta vez su hermano habia preparado unas pizzas, por supuesto desde la masa hasta el ponerlas encima del plato, que, como siempre, estuvieron stefantasticas. Sentadas a la mesa o en el suelo tambien estaba la novia francesa del anfitrion y otras 2 amigas suyas. Entre pizza y pizza cayeron un par de botellas de vino que animaron algo los animos sobre todo de una de las chicas,una bailarina de ballet francesa a la que acababan de despedir sin mas explicaciones, lesionada y con el cuerpo cargando muchas horas extras acumuladas encima. Comida y bebida lograron que las risas secaran las lagrimas y que tanto ella como la otra chica alemana se decidiesen para quedarse a la sesion de cine. Al final se eligio Kusturica y Underground, lo que nos tuvo aun en la casa un par de horas mas. Lo pase bastante bien saltando por la historia yugoslava junto con la pareja que nunca moria de comunistas criminales que, despues de un siglo XX plavi siempre acompanyado de armas acaban junto con toda su familia en una tierra que ya no existe y bailando al son de una banda balcánica, que aun despues de salir de casa de Cristian, todavia resonaba en mi cabeza.
Con gansos volantes, bombos y platillos, me fui al lecho.
Mas de viernes mas infructuoso que productivo: continuo devorando capitulos del Codigo Davinci, que me parece cada vez mas predecible pero al que sigo enganchado. Despues de un copioso desayuno-comida, voy a la uni pues internet ha dejado de funcionar en casa. A la vuelta espera Stefan resorprendiendonos a todos con su enesima muestra de riqueza gastronomica tailandesa. Hablo con Giannis, el griego, que al final no quiere salir. Es igual, en casa conocemos a una nueva vecina y abrimos un par de botellas de vino. Llegan un par de amigos mas de Stefan y al final tenemos que traer a la cocina sillas de otros lados para poder sentarnos todos. Pasan 3 o 4 horas mas entre vaso y vaso y conozco al propietario de una tienda de internet especializada en la venta de todo tipo de hierbas con los mas diversos efectos. La mesa se acuesta llena de botellas y un par de nombres de hierbas y un mail apuntados en una hoja de papel, pero nos quedamos todos en casa.
El sabado no trae nada nuevo a la semana: mas lectura y cama y un rato de estudio. Para salir de la rutina un rato y estirar algo los músculos voy al parque que hay un par de calles por detras de mi casa y estoy tirando un rato a canasta. Pero como ya dije hace poco, el clima de Berlin empieza a notarse: a las siete me quedo sin luz y decido dejar de driblar a charcos antes de acabar metido en uno de ellos. A mi intento de correr un rato por el parque se niega mi rodilla, y una ducha mas tarde, volvia a tener pensamiento fiendesemanero y trataba de contactar con Giannis. Este no daba senyales de vida, asi que mientras chateaba haciendo tiempo leia la derrota como siempre de la espanya futbolera y ojeaba la victoria alemana.
El griego volvia a darme largas otro dia mas, asi que me resignaba a quedarme el finde sin salir. Despues de un par de conversaciones en casa algo perturbadoras, trataba de entender la teoria de condensacion, pero en mi mente se encendia un piloto roj indicando su indisponibilidad en estas horas de sabado noche.
En la tele emitian de nuevo "Hable con Ella", que vuelvo a ver en aleman por segunda vez. Pero no era eso lo que pedia mi cuerpo. No queria seguir en esa casa, donde ni tan siquiera podia ir al cuarto de banyo, oscuro pero sin sexo, donde Stefan revelaba fotos. Necesitaba bailar y salir. Y la primera opcion que me vino a la mente fue el el Kaffe Burguer. Y voy directo a Google y tecleo a ver que puedo hacer esa noche. Lo primero que me aparece es una entrada de ese blog que tanto gusta a Fran, el del sentido de la vida, relatando una noche suya en la que acaba en tan famoso bar (cientos de entradas en Google !En Espanyol!). Dice el amigo que le parecia que el camino al Kaffe Burguer es el camino al infierno... Leyendo esas frases me convenzo aun mas. Luego entro en la pagina correcta: parece que hay fiesta funki. No lo dudo mas. Me cambio y visito a mi amigo turco. Llevo el abridor de cervezas en la chaqueta, y dos botellas para el camino. Viendo las luces y caminando por debajo de Alexanderplatzt al final me reencuentro como Avis Nocturna, y me alegro de poder serlo en Berlin. Al final llego al Kaffe Burguer.
No miro al reloj en un solo momento alli dentro. Hay bastante otros lugares en los que perder los ojos, algunos realmente bonitos. Al final pasa como en los museos, y lo olvido todo al salir, pero el tiempo que estoy dentro lo paso bastante bien. Conzoco a unos chicos franceses, y luego una alemana me dice algo que no entiendo. Tras la tercera pausada cerveza y con la pista vaciandose, vacio de energia tambien yo, decido marcharme. En el reloj del tunel del metro dice que son las 7, y un colega yanqui me deja escuchar el hiphop que oye. No le entiendo el nombre, pero el tipo me cae simpatico. Curra en el White Trash y acaba de salir. Me despido de el en Alex y con el U5 vuelvo a casa. Saliendo del vagon 2 borrachos comienzan a darse de hostias con unos controladores de la BVG de la forma mas absurda. Abandono la escena del crimen.
El domingo cumple su papel y casi mejor olvidarlo: despues de muchas horas seguidas en la cama, despierto y sigo de mal humor, como Barricada, no se muy bien porque. Con algo de comida tailandesa digiero mis malas bilis, y luego consigo leer un rato antes de acostarme con una extranya sensacion de desasosiego.
Ayer lunes sin embargo fue un dia casi completo: llegué a mi hora al encuentro con Annet y me senté con ella frente a la simulación que me toca. Conocí a un Erasmus llamado Leonardo (que tipo mas culto) que viene de Perugia y que pasara conmigo en la misma sala sus horas frente al ordenador. Después de comer consegui que me instalaran el programa y me hicieran una cuenta, y , satisfecho por el primer dia, volví a casa a descansar. Alguna abeja hiperactiva debio picarme y en casa no deje de hacer cosas:afeitarme, fregar, barrer y otra vez fregar. Todavia solo en casa salgo y voy con la bici escandalosa hasta las piscinas. Nado y vuelvo a casa. Por tercera vez en la semana Stefan me salva la vida y el hambre con sus artes asiaticas. Un rato de discusion, un par de partidas a la play y a dormir.
Y como colofon un dia muestra de la semana: levanto algo mas tarde de lo que debiera, pero lo compensa una cara sonriente. Llego a la uni y leonardo no esta y nadie sabe donde. Me pongo a trabajar en un aula. Voy a la Mensa y me encuentro con muchos de los companyeros del Master, a otro espanyol y un par de nuevos. La sensacion de soledad que comenzaba a sentir se diluye y me la bebo con el te hablando de nuestros veranos y proyectos. Se van pero me siento menos solo en Berlin. Luego, en la biblioteca, me pierdo entre revistas, datos y libros, pero obtengo al final la información que busco aunque vuelva a casa pasadas las 7. Aqui no se porque, me vuelvo a sentir mal. Trato de descansar y dormir, y mejoro, pero mientras ceno parece que todo lo que llegan a casa son malas noticias que no se digerir. Al final veo una peli de la Alemania del Este justo tras la caida del muro, y la vida vuelve a ser Maravillosa.
No se donde compre billetes para este tren chuchu de mi estabilidad, pero debo de decirle al maquinista que me deje bajar ya, ahora que esta parte del valle me gusta.


escuchando-> The Strokes, Room on Fire
leyendo->Enganchado al Davinci, oyes