miércoles, agosto 02, 2006

Sabiendo aceptar los contratiempos

El tiempo parece empenyado en seguir viajando en Concorde, y como consecuencia la ropa sucia comienza a desbordarse del cesto antes aún de darme tiempo a pensar en poner la lavadora. Y así paso otra semana extremadamente corta y comenzó un fin de semana de forma trepidante. El viernes que tan largo era ya cuando terminé de trabajar se extendió aún mas hasta comenzar a ver el sol del dia siguiente.
Primero me encontre con mi simulada esposa y Teresa, Paco el mexicano, Ibi* y Gabriel en la Kulturbrauerei, donde también me reencontre con el resto de becarios berlineses del DAAD lo que me alegró mucho, y donde tuvimos una larga conversación durante la cena-buffet que no acababa nunca y que saltaba de la copa del barsa a los monasterios o la masoneria.
Al final la conversacion dejo paso a la musica y bailamos un poco en un ambiente muy agradable con gente de todo el mundo, que bailaba al igual que nosotros cualquier cosa que los no muy entusiasmados djs se dispusiesen a bailar. Cuando la cosa comenzaba a animarse, con algun que otro involuntario ataque folclórico al que me arrastraron, (al igual que a bailar la conga por segunda vez en menos de 3 semanas), la organización dio por concluido el evento y unos pocos cientos de becarios nos vimos en la calle. Dado que algunas decenas de ellos ( en su mayoria decadentes occidentales como yo) queria continuar la fiesta a la aún decente 1 de la madrugada, no habia otra salida que buscar otro lugar al que ir. En un encuentro de becarios que normalmente se preocupa mas de estudiar que salir fue casi aun mas dificil de lo que ya lo es en cualquier grupo de mas de 10 personas que no se conocen demasiado tomar una decision, asi que entre un bandazo y otro y motivado tambien por la decision de no pagar entrada acabamos de nuevo en el bar de la república, donde hacia un mes menos un dia acabé con Kike Bas y sus amigos. Esta vez no acabamos bailando pero si hablando de cosas en general interesantes, intentando por mi parte comunicarme en algo parecido a la lengua catalana en su parte final con continuas intrusiones del alemán. Volví a casa al borde del suenyo que concilié entre versos de Roberto Iniesta una vez en casa.
El dia siguiente y el de ayer que son el mismo logré hacer algo que continúa en mi lista de mejoras pendientes y que es el aceptar que algo no salga como se desea. Y es que el sabado pensaba, (y habia decidido de forma espontánea el dia anterior) ir a Rostock a visitar a mi amigo Mathias aprovechando el viaje de Uli a sus orígenes. Aunque me habia dicho que saldria despues del mediodia, a las 11 de la manyana tocó a mi puerta para decirme que se iba y que tenía que ser en ese momento, por motivos ajenos a su voluntad. Traté de contactar rapidamente con Matze, que no respondió al teléfono y ante la duda y el suenyo dejé a Uli partir camino de Mecklenburgo mientras que maquinaba opciones de viaje antes de caer dormido. Al despertar de nuevo y después del desayuno traté de apurar los ultimos cartuchos de esperanza de viajar a Rostock, pero la unica opción viable era muy cara, sobre todo pensando que puedo ir cualquier otro dia por menos dinero, asi que renuncie y trate de aprender a reaccionar cuando las cosas no salen. Jugaba también con un as en la manga en forma de barbacoa, a la que acudí a pesar de que el tiempo no acompanyaba.
Ahora es lunes, son las 9 de la noche y llueve en la calle. Como contaba en la linea anterior, el sábado el sol se despidió de nuevo de Berlin. Yo mientras meditaba la posibilidad de ir definitivamente a Rostock seguía echado en nuestra nueva sala de estar viendo videos de Spike Jonze. Al final animado por los alaridos eléctricos y guturales de Weezer decidí postponer definitivamente el viaje al norte y sin darme cuenta ya se me habia hecho la ahora de cruzar Berlín para ir a la barbacoa. Cuando salí comenzo a llover como hace ahora, y descarté tambien la idea de ir en bici. S-Bahn, Autobús 149 y me planté en una parada en mitad del bosque. Llamé desde una cabina a un colombiano, cómo en las películas de secuestros, y vinieron a recogerme 2 mexicanos. Los carteles indicaban como llegar al cementerio de ingleses muertos al entrar en Berlín en el 45, pero tomamos otro camino para llegar a una especie de ruinas de algún tipo de construcción no identificable, donde el resto de la gente ya empezaba la carrera etílica. A pesar del viento y la lluvia lo pasamos bastante bien, y de nuevo pasé la mayor parte del tiempo hablando en castellano. Al final nos bebimos casi todo, nos comimos hasta el último trozo de carne y nos reimos mucho. Mis zapatos se mojaron y después se quemaron al intentar secarlos junto a la fogata, con lo que aún hoy ando incómodo y con un trozo menos de suela. De nuevo tuve que hacer frente al segundo contratiempo del fin de semana, ya que cuando volvimos a la civilización pasada la madrugada cada cual decidió retirarse a su madruguera con lo que me quedé sin acompanyantes para ir a bailar.
Volví a casa y tan sólo tras subir de nuevo al tren solo me dí cuenta de que realmente tenía suenyo aparte de un poco de hambre. Volví a casa y satisfice estas necesidades que no necesitan de nadie mas aparte de mi.
A pesar de no haber satisfecho del todo mi necesidad de ojos cerrados, me desperté bastante bien y sin resaca. La manyana fue bastante bonita, viendo videos de Bjork en la cama, hasta que me cansé de tanta nyonyeria y me levanté Cuando mi sentido del olfato despertó me di cuenta de que aún olía a barbacoa. Desayuné con Susanne una sobredosis de glucosas que me activó un poco más y proseguí el resto del día viendo una tonta peli alemana. Durante el transcurso de esta, me dió un súbito ataque de resaca meláncolica aún sin haber bebido, de esos que solo tengo en domingo. Traté de salir a la calle para remediarlo, pero caminaba como personaje de alguna canción triste de un video musical. Sin embargo fue una experiencia bastante buena, porque de camino al banco me crucé con 2 restaurantes, 3 tiendas y 2 bares de mi barrio que aún no conocía y que me parecieron muy interesantes, y la tarde a pesar de estar nublada se prestaba a pasear por el barrio. Yo creo que también el hambre contribuía al estado de animo, porque justo después de volver a casa y cenar me sentí mucho mejor. Pese a sentirme mejor tuve que salir apresuradamente de casa, porque el concierto al que quería ir comenzaba una hora antes de lo por mi previsto. Aún con la comida en la boca me junte con Myrto, Manos y un amigo suyo francés para ver a Belle & Sebastian. He oido muy poco de ellos, pero lo poco que había oido me gustó. El concierto no me defraudó, y ofrecieron un par de horas de musica muy bonita y positiva, que me ayudo a olvidarme de cielos grises escoceses. Después del concierto debería haber vuelto directamente a casa, pero esta vez acertadamente no seguí los planes y me fui con los griegos al pub de ambiente marinero al lado del canal de Kreuzberg. Después de un intento de charla en inglés hablando sobre Kitzikistan y los comunistas rusos, me venció el cansancio y al fin llegué a casa.
Hoy cuando me levanté realmente me costaba sostener los párpados, Fui al médico a las 8, miró mi rodilla en fotos negras y me habló, y poco después ya estaba de nuevo en la oficina luchando contra el suenyo y el tedio de ordenar los dichosos datos con los que llevo las 2 ultimas semanas, Y luego mi jefa me dice aunque sin nombrarlo, que lo que hice la ultima semana no tuvo ninguna utilidad para ellos. En un momento de rabia, me doy cuenta de que las practicas no son tan importantes como pensaba, y de nuevo trazo un nuevo plan. Ahora quiero quedarme en Madrid mas de 2 dias la semana que viene. Lo comunico, y recibo permiso: para mi sorpresa puedo quedarme casi toda la semana. Mientras tanto el agua cae a cantaros en Kreuzberg. Salgo del curro deprisa evitando la lluvia y llegando rapido a casa para planificar la extensión del viaje. De nuevo, y por esta razón se ha incluido al lunes en este post, vuelven a torcerse los planes, y de nuevo parece que no me vengo abajo. El billete no se puede cambiar, me dicen desde Barcelona, ya esta emitido y vuelves el miercoles.
Lo comento en casa y aproveho para hablar de mi rodilla. Mi padre tambien me habla sobre otras cosas y al final se me hace muy tarde para ir al supermercado. Fuera llueve y me gusta el aire que se respira de tormenta veraniega. Trato de dormitar un poco viendo videos musicales, mi garganta se ha vuelto roja y esta cubierta de mocos, posiblemente como efecto secundario de la barbacoa humeda del sábado. Cuando despierto, compruebo anonadado que el puto Charles Barkley** tiene un video musical de musica bastante pasable y que visualmente es una pasada. Levanto y decido, antes de ir al ciber, concluir el post que comence ayer. Mientras tanto llega Susanne y dejo de estar solo en casa. El hambre comienza a hacerme cosquillas, y ya no se si los planes volverán a torcerse, y tal vez sea manyana cuando vaya al cibercafé.
*Abreviatura de impronunciable nombre húngaro. No confundir con población alicantina de importante tradición juguetera y heladera.
** Ahora he descubierto que no se trata de "el Gordo" Barkley, sino de
escuchando-> Weezer
leyendo-> ??