jueves, febrero 15, 2007

Tinitusado

Después de un fin de semana lleno de precauciones y miedos, aunque concluido con un casi-happy ending, me veia en la obligación moral y psicológica de acudir el lunes a la universidad para a) Avanzar con la tesis que continuaba abandonada en el punto que comenzaba a avanzar y b) no volverme loco o crearme nuevas teorías sobre el origen de mi pitido en casa.
Lo que quedaba claro es que parecía que el pitido se cebaba casi exclusivamente con mi oido izquierdo, pese a que notaba cambios de presión en los organos auditivos contenidos en mis dos orejas. La tesis, o las simulaciones que comenzaba a realizar al menos, arrojaban resultados satisfactorios. Todo el mundo se preocupaba por mi estado de salud y preguntaba, y el grupo aumentado del departamento de Maquinas Energéticas comía unido y en buena hermandad. Después de aliviar el hambre, limpiarme los dientes (desde ya me llevo el cepillo todos los dias a la uni) y administrarme mi tratamiento farmacológico, el pitido se hacia mas intenso, pero aguantaba en la uni hasta las 18:30, ya que quería ver unas charlas sobre las Energías Renovables en Alemania (en concreto si es posible satisfacer toda la demanda energética germana con Renovables). Con la pregunta sin resolver volví a casa.
El martes tenía pendiente una sesión clínica que duraba casi toda la manyana. A las 10 tenía que aparecer por la consulta del médico de Charlottenburg, para que continuase con mi saneamiento bucal. 2 empastes más, que no me dolieron (en la parte cercana a donde me sacaron la muela la semana anterior) pero que fueron bastante conyazo: normalmente suelo quedarme con facilidad con la boca abierta, pero no por tanto tiempo. Vuelvo caminando hacia casa, aun bajo los efectos de la anestesia, y paso de camino por unos cines a pillar una revista de la Berlinale, que se celebra esos dias en la ciudad, pero que con mi golpe ocupa un lugar muy secundario en mi agenda de ocupaciones. Subo al U12, hago una parada en Kotti por dinero y bollos, y sigo sobre las vias hasta casa. Breve parada y al generalista. Me quitan los puntos y le comento lo del pitido. Me dice lo que ya sabia, que visite un otorrino. Preguntado por uno de su recomendación, me envía a la clinica de la Grunberger que ya habia mirado.
Y alli voy, esperando rodeado de mujeres, ya que la consulta de LA otorrino o HNO (Hals Nase Ohren) en alemán se encuentra en la misma planta de la de el o la (me inclino por el segundo caso) ginecologa. Definitivamente parece que este es un mundo de mujeres. Entro tras casi una hora de espera y me observa. Me examina, me pregunta y me dice poco. Que el golpe debió ser muy fuerte y que tengo un tintus. Me cita para la semana siguiente para realizar más pruebas y me receta unas pastillas, una terapia y me da una hojita que me dice que debo hacer y que no.
Salgo de casa por un lado tranqulizado, y por el otro preocupado: que conyo será esto del Tinitus? Pero la doctora y la hojilla dicen que no piense demasiado en ello y asi lo hago. Paso por la farmacia, el ChinaImbiss de la esquina (estaba muriendo de hambre). Me siento en casa, y cuando voy a leer la dichosa hojita con terapia y demás, esta no quiere aparecer. Reando mi camino bajo las putas gotas de lluvia, pero no enceuntro por el suelo mas que papeles mojados que no se corresponden con lo que busco. Incluso busco en la farmacia pero todo es infructuoso.
Da igual, me digo, tengo que ser positivo. Asi que como mas o menos tranquilamente, y me informo a mi mismo y a mi familia sobre el Tinitus. Pierdo el tiempo para relajarme, y me descargo música para la terapia. Porque esta consiste en nada más y nada menos que ponerme toallas mojadas en el cuello, una lampara de infrarrojos y escuchar música relajante (sonidos de la naturaleza y demás) durante 20 minutos dos horas al dia. Me pego una buena sesión de televisión protagonizada ironicamente por series de médicos y de gente que se va a vivir a Espanya.
El miércoles, pensando positivo trato de seguir la semana con naturalidad. Presentaciones, terapia, bailes balcánicos. La gente del curso me pregunta donde he estado, y tengo que explicarlo por enesima vez, pero sera la ultima; es la ultima del curso, que disfruto algo mareado. Al menos me siento contento de no haberme desmayado y vuelvo a casa a cenar y hacer más terapia.
Si ates eran los jueves mi dia malo, parecen que las tornas se han invertido. Aunque comienzo cansado,logro despertarme y realizar mi terapia a las 7 de la manyana. Ir a la ultima clase de Kältetechnik, avanzar con el proyecto, escribir emails a los amigos... Por una vez hago todo lo que tenia pensado. La compra en el super, la mini-siesta de después. Y luego tocan las clases de bateria, a las que no pienso renunciar. Primero porque son muy caras. Y segundo, porque es una de las cosas que me relajan y me sirven para olvidarme del maldito zumbido del oido. No creo que medicamente sean muy recomendables. Pero, aaah, he perdido el papel. Y cuando vuelvo a casa me siento realmente muy animado y mucho mejor.
escuchando-> El Tinitus continuamente en mi oido izquierdo
leyendo-> Esta semana termino finalmente con el retrato de los "Mileuristas"