jueves, abril 12, 2012

Dias extranyos (III, cómo se llega al jueves noche)

Ayer me levanté solo 5 minutos despues de que sonase el despertardor, y llegué a la reunion del departamento de los miércoles solamente 5 minutos después de que esta comenzase.
Como tras las presentaciones de estudiantes no habia nada urgente, pude continuar finalmente con los cálculos que desde hacia semanas queria continuar para mi doctorado, y aunque volví a quedarme encallado ante una nueva ecuación, fue otra distinta a la que me esperaba tras la esquina desde semanas atras y cuando sali de la oficina pensaba que iba cumpliendo un poco mas con mis objetivos. Solo me quedaba escribir algo, no dejar tambien esto de lado, me decia, y me prometia a mi mismo reservar un momento el fin de semana para reflejar sobre el papel mis ficciones, pulir mi estilo y no dejar pasar mas dias en los que mis suenyos se desvanezcan con el zumbido del despertador.
Como nuestro anfitrion del cineclub del miercoles no estaba enfermo, barajé la posibilidad de visitar el cine, y anoté dos o tres titulos para ver aun en la oficina. Luego ya en la calle y con dos entradas para los conciertos de manyana y algo de cansancio, decidí postponerlo una vez mas, o mejor aun canjearlo por un rato de bateria y un partido de futbol en la televisión. Al llegar a casa sin embargo, se apropió de mi de nuevo el cansancio, y la cama me apresó con sus cadenas.
No llegué ni a cenar, tome leche y galletas y me acosté. Por error de nuevo, volvi a abrir el ordenador y comencé a leer las noticias del dia. Por alguna ley del destino, lei una noticia sobre la prostitución y la adicción al sexo, y comencé a ver una serie muy edulcorada para el gusto femenino sobre una prostituta. Pensé que tambien tenia que ver con esto una de las peliculas que queria ver, y constaté que el tema seguia presente en mi mente de forma demasiado continua.
Me acosté y apague las luces, y seguian rondando mi mente tersuras, olores y sonidos femeninos,y me dormi con la cabeza alterada y el estomago vacio.
Esta manyana levante con la boca seca y mucho suenyo. Seguia sin hambre. Decidí no ir a trabajar y me di cuenta de que los tres sintomas que acompanyan a mis resfriados se manifestaban mientras yo debiera estar vistiéndome y yendo a trabajar: ausencia de hambre, cnasancio excesivo y el gobierno de la libido sobre el resto de mis sensaciones corporales. Y mi nariz seguia taponada.
El resto del dia ha pasado y a vuelto a esconderse el sol. He dormido muchas horas y aun no he comido nada. He visto dos temporadas de la serie acerca de la prostituta, y he sido incapaz de levantarme, ordenar la habitación o limpiarla, o de comenzar a pensar siquiera en la nueva ecuacion que bloquea el avance de mi trabajo.
Hace un rato, quizás una hora o algo mas, he sentido al fin, la necesidad de levantarme. Me he sentado, y he estado finalmente frente a una pantalla en posición erguida y no echado. He sentido de nuevo la necesidad de teclear lo que me pasaba por la mente, y eso me hace sentir bien. He rememorado mis viernes de cines, de enfermedad, de rodaje o de cumpleanyos, desde que dispongo de ellos hace apenas dos meses. He esbozado los relatos de esos dos meses que con fortuna comience a relatar el sabado, y me he dado cuento de todo lo que hago mientras parece que no hago nada. Ahora he terminado de relatar lo que ha ocurrido desde que terminase la semana santa y me siento bien. Manyana volveré a la universidad a tratar de avanzar un poco mas en la lucha contra mi flojera y las ecuaciones. Después me esperan como siempre muchas actividades de fin de semana, alguna botella y horas de resaca. Lo que ocurra entre medias es imprevisible, aunque de final bastante probable. Pero ahora me siento mejor y comienzo a tener hambre, asi que dejaré mis dudas morales para la próxima publicación.