sábado, noviembre 18, 2006

De como Turbonegro se convierte en pop

Desperte, como no, pocas horas despues de haber conseguido cerrar los ojos, pero las secuelas de la ingestion masiva de videos del Youtube me hacia efecto, y nada mas levantarme rebuscaba entre mis cds algo de Turbonegro. Encontraba el Party Animals, y lo escuchaba a todo volumen en el SBahn de camino a la universidad, cada vez mas convenciodo, de que la solucion a todos mis quebraderos de cabeza era simplemente, ser yo mismo. Porque en Alicante vivi durante muchos anyos, y mi vida ya tenia forma, estaba decidida y casi barnizada, siendo quizas esa la razón de querer irme de alli. Esta claro que aqui en Berlin, aun después de dos anyos, continuo construyendo mi vida. A lo mejor como consecuencia inevitable de la inercia de la ciudad sobre la que viajo, en constante cambio, tambien yo cambio de un anyo a otro, de un mes a otro, casi de un dia al siguiente. Aunque, y mirandolo con algunas semanas de perspectivas se van notando ciertas lineas que comienzan a dar sentido al cuadro. Por eso mismo, pensaba mientras volvia al campus junto al Zoo, ahora mas que nunca debia dejar de pensar en que dibujar y simplemente ponerme a colorearlo. Y asi, coloreando cada dia, subiendo a cada segundo despues del otro dejar de pensar en que segundo del anyo me encuentro. Y que facil parece todo cuando de repente, de alguna ventana abierta entra un rayo de lucidez en tu mente y lo ves todo claro. Y dejar de pensar en lo que hacen los demas, si sabes que tu, al igual que ellos entre si, no eres igual que ninguno de los otros 3 millones y pico de personas que viven en este Estado Libre.
Entre pensamiento y pensamiento aun tuve tiempo de leer como funciona TRNSYS y algo mas de como programar modulos para el mismo software. Aquel lunes no estuve mucho tiempo mas en la uni después de comer, pues tocaba debut con el equipo de baloncesto de la liga interna de la HU por la que habia fichado.
El capitan y jefe es Cagatay, un turco muy serio, responsable y que ademas tira bien de tres puntos. Esta escribiendo ademas su tesis doctoral en el mismo departamento donde yo trato de escribir mi trabajo final del master, y fue el el que me introdujo en el equipo. A la mitad de los componentes los conoci en la estacion de SBahn de Landsberger Alle, donde quedamos: otros 2 turcos, cuyos nombres no recuerdo, y un gallego de nombre Diego y algo mas alto que yo.
Corriendo llegamos al pabellon, el partido iba a comenzar: el equipo lo completaba otro turco mas de técnica baloncestistica realmente avanzada, un aleman de origen asiático al que no he vuelto a ver y Dominik, un pelirrojo y barbudo aleman de aspecto jebilongo de mas de 2 metros. Todo eso y alguno mas somos los Volvox. Unos Volvox que perdieron en su primera jornada, aunque no dieron mala imagen por momentos. El desgarbado y barbudo espanyol zurdo que debutaba y conocia a su equipo aquella noche tuvo un dia realmente acertado mientras tuvo aire en sus pulmones mostrandose muy activo e involucrado en el juego, como se puedo ver en alguna accion donde se encaron con algun contrario. En esta liga se juega baloncesto aleman, es decir: fuerza, velocidad y corazón, pero escasez de táctica y técnica. (Al menos a estos niveles).
El nivel era lo suficientemente alto sin embargo para que el que escribe estas lineas llegase a su casa hecha una pequenya piltrafa humana. El hambre se impuso sin embargo al cansancio, y sin dar lugar al descanso se puso a cocinar el pollo a la pantoja que se habia trasladado del fin de semana. Asi pudo congratularse con Steffan, el companyero de piso, que al dia siguiente salia rumbo a Riga junto con Bo el danes. El pollo, sin ser delicioso, se dejaba saborear.
El martes seguia teniendo a Turbonegro como banda sonora. Bastante adecuado para el 31 de Octubre, noche de Hellowenn en muchos rincones del planeta. Los gritos de los noruegos ebrios me acompanyaron durante las horas de lecturas de manuales. Entre lectura y lectura en la mensa me encontre con los PEESE, que me narraron mis aventuras del sábado que se habian borrado de mi mente: un momento de pinchadiscos completamente desaparecido, sonrisas estupidas durante horas que completan las horas de noche que no acababan de cuadrar y alguna otra frase absurda que seguro se guardaron para contarse entre si. Mi amigo Leo conocio mi faceta alcohólica. Me recordaba que aquella noche podia haber fiesta, pero antes habia el primer encuentro PEESE anual (los de los chips y birras). Estos siempre empiezan sobre las 8, y antes me quede hasta ser el ultimo en salir del despacho contando historietas por el chat con Fran, Juan Carlos y Dani, que confirmaba que a la semana siguiente volvia a Berlin. Pasadas las 7 salia de la sala de estudiantes para ver a Frank B y sus nuevos acolitos, pensando en constituir las Turbojugend alicantinas. Llegue y estaban todos los estudiantes nuevos alli: mas de 20, llenaban la sala. Un griego conocido huia a mi llegada, y me quede hablando con los dos unicos que conocia hasta que vi que habia pasado el suficiente tiempo para poder irme discretamente. Trate despues de encontrar a los que no estuvieron en el encuentro de los chips, y que iban a tomar vinos. No los encontre y descubri no tener sus numeros de movil. Tambien descubri que estaba terriblemente cansado, y decidi volver a casa y olvidarme del tema. Saque algo de comer de la nevera y cerre la puerta de mi cuarto hasta el dia siguiente: mientras cenaba, y antes de dormir, veia una pelicula de la que me habian hablado muchas veces. Me gustó y me hizo pensar, pero no pensaba encontrarme con un sabor a Bigmac y Cola tan marcado.
La pelicula parecia confirmar mi teoria de que ser yo mismo y no mirar a los demas era lo mejor que podia hacer. Comenzaba Noviembre pensando en ser el que siempre habia sido en Alicante, pero cargado tambien de todo lo aprendido por aqui. Y otro miercoles, como aquel de las decisiones que comenzaban por B, llenaba mi vida de actividad: despues de las clases me compraba una entrada para un concierto al dia siguiente, unas nuevas zapatillas de deporte por tan solo 1o euros, liquido para las lentillas y algo para comer. El dia de danza fue de los mejores hasta la fecha, y a casa, aunque en tren, volvia sobre ruedas. Solo antes de acostarme note esa extranya sensacion de vacio en el estomago, de algo que falta. En casa durante casi toda la semana estuvimos tan solo Susanne y yo.
El jueves, como casi siempre, parecia querer volver a minar mi moral y mis ganas de hacer muchas cosas. El dia anterior, parecia ya haber sido el pregonero de la llegada del invierno, y el frio comenzaba a colarse entre las chaquetas. Cuando desperte, muy temprano esta vez, para ir a la universidad, los coches aparecian con el techo coloreado de blanco. En la universidad el dia comenzo temprano, y como todos los que asi lo hacen, fue minando mi energia conforme avanzaba, pese a comenzar muy bien con las clases del profe, que me ayudan ahora bastante a entender mejor lo que estoy haciendo en mi tesis.
El italiano y el chino no salian de su asombro por las temperaturas, y yo, no conseguia recuperar mis fuerzas, pese a descansar un rato en casa haciendo algo disitnto y escuchando en last.fm, youtube o myspace todo lo que pudiese de la gente que iba a ver, antes de salir para el concierto. Mientras esperaba a que llegase el tranvia caia agua nieve.
Al final llegue a la Kulturbrauerei a ver un concierto al fin despues de un par de intentos fallidos. EL local, la sala de maquinas, me gusto mucho como localización para conciertos. La sala estaba llena, y pese a la nota de color de algunos solitarios como yo, se veian muchas chicas monas, la mayoria acompanyadas de sus novios o en grupo. Los teloneros, sin embargo, no parecian ser lo que esperaba el publico: aunque pop bastante rasposos, ritmicos y ruidosos, en la linea de unos Delorean a la alemana, con un par de canciones que me gustaron mucho aunque al final me dieron la impresion de necesitar dar un par de vueltas mas antes de que se les vuelva a prestar atencion. Yo era de los pocos que bailaba entr un publoco que esperaba sin entusiasmo ninguno a que llegasen los del nombre grande en la entrada: PHOENIX. Y cuando casi 2 horas despues lo hicieron lo hicieron bien, muy bien, mejor de lo que yo esperaba de ellos: a pesar de llenar la sala de melodias hermosas, y lineas funky-pop elegantes y bailables, lo hicieron sin por ello renunciar a llenar el escenario con su presencia. Y ademas de demostrar que por ser frances y hacer pop no tiene porque faltarte la energia, lo hicieron siempre tocando muy bien, casi sin fallo, sin concesiones al publico pero sin caer nunca en la apatia. Las chicas bailaban y coreaban las canciones mas ligeras y pegadizas y a mi alrededor las parejas se acariciaban y se frotaban entre si, pero llevado de la musica, por una vez no me causo envidia sino que me parecio bonito y natural, como inyectado tan solo de ganas de poder volver a hacer eso.
Con este efecto estupefaciente del pop dulzón y con la ingestión de un kebab a un euro volvia a casa, tarareando notas de esperanza para el finde que comenzaba.



escuchando-> Turbonegro, Party Animals
leyendo-> El Tambor de Hojalata