miércoles, noviembre 29, 2006

Las fiestas aplazadas

Este viernes, como se escrbio en los mandamientos que se me dieron al nacer, tampocó estudie por la manyana. Desperté con esa voluntad y necesidad, después de haber pasado un jueves totalmente en blanco, yendo y viniendo lavadora arriba y lavavajillas abajo. Despertaba eso si, con voluntad, pero pronto se desvaneció esta, tan rápido como mi hambre con el desayuno. Para acompanyarlo, lleve mi portatil hasta la mesa de la cocina, continuando viendo los videos que me habian llevado a acostarme tarde la noche anterior.
Si me acostaba con el Pais Vasco, volvia a despertar con Euskal Herria, el stoner vasco, Neubat y Sorkun, llevandome luego al pop nacional, los Planetas, Granada, Zaragoza, El ninyo Gusano, La Costa Brava, Tachenko, y de alli a Albacete, a la hora Chanante, y luego Chucho y los Surfing Bichos... asi y mas nombres y canciones que mi mente castigada por el alcohol y la falta de suenyo han vuelto a dejar en un cajon olvidado.
Decenas de canciones y al menos 4 horas despues volvia a la vida activa, recordando que tenia que comprarme unas baquetas para poder llevar a la practica lo que durante horas escuchaba embelesado. Salgo de casa con la bici del sillin empalmado, cicleteo durante unos 10 minutos y llego hasta la sucursal del Postbank en la Avenida de Frankfurt, a los pies de uno de los inmensos bloques sovieticos. Me encuentro tan aturdido y atontado como puedo estarlo ahora, solo que en en ese lugar temporal causado por la falta de suenyo y de alimento. Tras registrar todos mis bolsillos y los pliegues de mi ropa me doy cuenta de pronto de que la tarjeta de credito no la tengo, asi que vuelvo a mover mis pies en circulos y vuelvo rodando hasta casa. Encuentro la tarjeta y trato de llegar corriendo a la tienda antes de las 18h, momento estipulado para el cierre. Consigo que me dejen pagar con tarjeta, ya que no tengo nada de efectivo. Bueno, casi nada, solo 2 euros y algo mas reservados para hacerme con algo de comida. Toca China Pfanne que recojo y me llevo a mi habitacion. Devoro con ansia de volver a recobrar el estado activo, frente a la television que solo emite aburridisimos documentales. Al otro lado de la mesa esta el ordenador, y al otro lado de la transmision de datos mi amigo Raul. Comienzo a chatear con el a la vez que termino los ultimos restos de pasta, y consigue a fuerza de intentos sacarme un poco de las lineas en las que habia encuadrado un dia hasta ese momento tranquilo. Ya habia logrado hacerme subir las pulsaciones y desconcentrarme de mi intencion de estudiar, cuando mire al reloj y me di cuenta de que me tenia que ir otra vez a Wedding. Ya se nos advertio la semana pasada de que si llegabamos tarde de nuevo al pabellon, nos quedariamos en la puerta del mismo y sin poder jugar a baloncesto. Salgo corriendo de nuevo rumbo a Wedding, y recorro a ritmo de marchista los muchos metros que separan la estacion del colegio. Al llegar las puertas siguen abiertas pero solo me espera uno de los jugadores: un alemán, visiblemente molesto. Al rato llega otro, también alemán, pero ni espanyoles ni turcos acuden. Total, que me toca volver de nuevo a casa. De camino mi cabeza se ocupaba en ingeniar la estrategia para poder acudir a una de las dos fiestas ofertadas: por un lado la del amigo de Stefan, con concierto punk y distribuida por dos plantas en Kreuzberg y con bastante buen aspecto, y por otro lado la fiesta en la casa mexicana de la gran borrachera, coincidiendo ademas con la visita de Nico, de prácticas en una empresa por las tierras del sur. Me planteo tambien viajar el sabado temprano con Uli hacia Rostock, capital de Meclenburgo, y visitar por fin a mi amigo Matias, excursion ya dos veces anulada. Esta tercera tentativa acaba corriendo la misma suerte.
Al entrar en casa y preguntar a Stefan por la fiesta de su amigo se me anuncia mi primer error: la fiesta se planifica para el sabado. Y cuando al momento busco contacto en internet y un socio para visitar la casa de los mexicanos se me trastoca el segundo plan: como la primera, esta fiesta tambien tendría lugar al dia siguiente. Maldigo en voz alta la casualidad, y en el mismo momento llaman a la puerta. 3 jovenes rubias recien instaladas en el 24 de mi calle vienen a invitarnos a los que aqui vivimos a su fiesta de inaguracion del piso. Tambien al dia siguiente. Irremediablemente la visita a la ciudad del FC Hansa vuelve a cancelarse.

Me planteo por un momento que hacer: esa misma noche celebra el Museo de Los Ramones su fiesta de aniversario, a tan solo unos minutos de mi casa. Y la opcion del K.B. se vislumbra siempre en el horizonte del fin de semana. Las dos eses que viven conmigo van a pasar tambien la noche en casa. Y finalmente, renuncio a la opcion de salir solo, no teniendo realmente tantas ganas de hacerlo, como rabia por haber tenido que trastocar de pronto los planes. Al final alquilo dos peliculas: "Human Nature" que era la que realmente queria alquilar, y una japonesa de nombre ingles que ahora mas de dos semanas despues he olvidado.
Sobre todo la primera me gusta mucho: Gondry se junta con Kaufmann para hacer una pelicula disparatada y con guion tan divertido como brillante, aunque sin llegar a producirme los niveles de placer instantaneo que hizo Adaptation. La idea central, sin embargo, es tan sencilla como certera: no dejamos de ser, pese a blogs, tesis, internets y deconstrucciones de la tortilla, mas que una especie animal especialmente avanzada pero que aun se guia por los instintos mas primarios y principalmente por ese que mas placer le da y que yo tan poco consigo.
La segunda es una road movie japonesa violenta, joven, desoladora y extranya. Ni siquiera el director en su entrevista parecia poder aclarar lo que realmente deseaba expresar con ella. Secuestros sin motivo aparente, fotografiando con una luz inmensa una juventud japonesa que parece desesperadamente nihilista y falta de rumbo se suceden hasta que sin mas concluyen.
Debian ser ya al menos las cuatro o las cinco cuando me acoste. Al despertar, volvi a desayunar tarde para despues, leer acerca de mi tesis lo que no hice el dia anterior mientras veia videos musicales con el youtube. Al final de la tarde salia corriendo para comprar algo para preparar la cena y devolver las peliculas. En casa de nuevo buscaba socios para la noche: Stefan estaba ya en fiesta de su amigo, Giannis resacoso y Fred completamente ofuscado de trabajo. En ultima instancia se apuntaba el indomable D. Gorne.
Con Dani nos tomamos unas salchichas con tortilla mientras le muestro mis ultimos descubrimientos de la red y bebemos ron hasta estar contentos. Subimos a la fiesta del tercero, lleno de chicas guapas que escuchan a los Pixies y a RATM. Me tomo un par de rones mas en una taza cuya grabado jura que su duenya ama el sexo. A pesar de encantarme la musica, y de que una de las companyeras de la duenya de la taza nos pide que no nos vayamos, mi estupidez habitual tras tomar un par de tragos me hace pensar mas en Dani que parece aburrirse que en mi y nos vamos. Nos cruzamos con la poli en la escalera. En la puerta con otro amigo de Uli que nos pregunta por la fiesta, aunque al final parece, junto con sus amigos, no decidirse a subir. Con los amigos tambien coincidimos en la M10 camino de Prenzlauer Berg. Ellos nos sugieren ir con ellos a otra fiesta, pero vamos a la que teniamos pensada. Vuelvo a la casa donde perdi la conciencia semanas atras. Es su ultima fiesta, y Nico ha venido desde algun lugar del sur para despedirla. Me reencuentro con todos los PEESES, con algunos espanyoles erasmus mas, y con otros amigos. La fiesta esta bien, pero todos hablan tranquilos y no suena musica para bailar. Poco a poco se marchan todos, y yo lo hago con ganas de gastar mi combustible aun. Trato de buscar un cajero, sacar dinero y dar con mis huesos en algun tugurio antes de que salga el sol, pero descubro que olvide la tarjeta de credito en otro pantalon. Camino borracho por las calles de Berlin antes de llegar a casa.
El domingo despierto aun con los restos del alcohol aun perceptibles en mi disposicion, y me doy cuenta de que casi demasiado tarde para poder ir a nadar. Salgo corriendo, pensando en parar en el cajero del zoo, comprarme un bollo y cambiar dinero, y asi poder disponer del euro necesario para cerrar las taquillas de los vestuarios de la piscina municipal. A punto de bajar las escaleras del SBahn, recuerdo de pronto que llevo los mismos pantalones de la noche anterior. Significa esto que mi tarjeta de credito sigue escondida en algun lugar de mi habitacion. Vuelvo derrotado a la casa, aun con trazas de alcohol y sin dinero. Desayuno algo comprado con las pequenyas monedas que encuentro en mis bolsillos.
Necesito cambiar algo en mi, mi sudor al menos. Asi que vuelvo a casa me ducho y me afeito tras casi un mes sin que mi vello facial se vieses molestado por ningun tipo de amenazante filo. Aparece Heyde, la amiga de Susanne que vino de Stralsund por casa de visita. Se quedara 3 o 4 dias aun, y charlo con ella un rato sobre pasados y futuro. El resto de lo que quedaba de semana se consumio sin mas historia digna de recordarse.


escuchando->Tachenko, Entrada de Artistas
leyendo-> Una tesis doctoral sobre control de sistemas de climatizacion solares