jueves, diciembre 21, 2006

El calor que sana, y el frio que hace pensar mejor

Los ultimos dias de noviembre, tras la la vuelta de Dresde, pasaron llevados por el optimismo. El lunes por la manyana deambuló por Friedrichshain, mas concretamente en las humedas salas de la noisiy academy donde aporreaba la bateria para comenzar un lunes lleno de sol. Comida en la mensa, breve visita al despacho y viaje al este de nuevo, dejando atras el muro esta vez acompanyado de Omar y Akif. En el partido de la semana, los arbitros se ceban con nosotros, sin dejarnos jugar, y algunos, los mas temperamentales o los que menos aguantamos, acabamos discutiendo con un arbitro bastante chulesco que acabó cansado de nuestras justificadas`protestas, reaccionando regalándonos un par de prorrogas con las que terminamos de despedimos finalmente de una posible victoria. Despues del partido seguiamos aun enfadados y cabreados, y algunas voces achacaban el mal arbitraje a la escasez de alemanes en nuestros quintetos. Dejé sin mucha demora la discusion para pedirme un Falafel ya de vuelta a las cercanias de mi casa. Cena y camino del martes. Este lo pasé en gran parte en la universidad, leyendo trabajos y haciendo simulaciones sin nada digno de reseñar. Estaba deseando que llegase la noche para volver al este y sentirme menos cansado, menos agobiado por el trabajo y mis otros pensamientos. En un cruce de semaforos me encontre con Steffan, compramos juntos y deje apuntes y problemas en mi habitacion. Cogi un par de toallas y fui a la sauna del rio, desde la que se ve Berlin. El calor y la musica electrónica de fondo se llevaban mi sudor y mis preocupaciones.Como un fregado del suelo en caliente, con carbones aromatizados, leyendo, relajandome y disfrutando sobre el rio, la sauna me limpio el cuerpo y la mente.
La empresa me limpio 12 euros, pero les hubiese dado 30 si me hubiensen garantizado al entrar el estado con el que sali. En la calle pasada ya la barrera de los 5 grados maximos, nos acercabamos ahora a la del cero. Todo se veia mas claro, lleno aun mi cuerpo del calor de la sauna que creaba a mi alrededor una aureola de vapor. En casa mientras me reia de la superficialidad de mis preocupaciones pasadas, aprendia del tipo que queria secar el mediterraneo en su proyecto Atlantropico.
Sanado el martes, el miercoles todo fue bien. Las horas frente al ordenador casi perdidas, pero disfrutadas con la gente del despacho. La comida que tampoco supo mal, y antes del rato de baile una seleccion de peliculas encargadas a grabar a juanvi*. Llego a casa y salgo sin cenar a quedar con los PEESE a despedir a un mexicano. John se iba, pero antes se tomaba las ultimas chelas con carnales y otros conocidos. Animado por algunos amigos y cerciorado del tiempo que hacia que no salia entre semana, me quede a tomar algunas mas despues de las oficiales hasta el momento de que saliese su avion. Y mientras hablabamos de maradona, de zidane y de por que siempre gana Alemania, espanya siempre pierde pronto y los holandeses siempre juegan bien, tomando las ultimas cervezas en el turco cuyo duenyo conocia a hugo sanchez, se nos hizo otra vez mas tan tarde como para obligarme a no ir a clase al dia siguiente.
Supongo que despertaria casi al medio dia entre una levisima pero persistente resaca. Stefan y Susanne andaban por alli, asi que perdi algo mas de tiempo con ellos, despues comia y trataba finalmente de trabajar. Obvia decir que fui a las clases de bateria sin haber hecho practicamente nada y con la cabeza aun embotada. Fue mi ultima clase del anyo y tarde en desembotarme tanto como poder descubrir algo de placer al golpear. Lo que si encontre despues, ya en casa y con calma fue alguna aclaracion a los muchos agujeros del queso gruyere de nuestra economia domestica. El viernes tuve que ir a la universidad, sintiendome culpable de no haberlo hecho el jueves. Sorprendentemente era casi el unico en el despacho, lo que me permitio un estado de concentracion hasta entonces casi desconocido. Despues me encontre con Daniel en su nuevo despacho de la facultad de psicologia. Comimos en la cafeteria del mismo edificio donde me invito, me mostro las instalaciones y todos sus potenciales femeninos y al final hasta me preparó un te. Me despedi y di una vuelta por el centro-oeste, buscando algun objeto que regalar a Stefan. No encontre nada y regrese a casa, para juntarme con el cumpleanyero, y de nuevo montado en la bici empalmada acompanyarle hasta un ALDI donde nunca antes habia estado para comprar alcohol a precio minimo de mercado. Stefan, aparte de regalarnos a todos una fiesta de puta madre, me invito tambien a un falafel de la plaza-descampado de Warschauerstrasse. Y ya comidos, esperamos a que comenzase el goteo de gente. Ya antes de esto habia comenzado mi primera cerveza y algun que otro licor. Luego se unieron los cocteles de Seelim aun casi sin gente, viendo fotos de Laos, que continuaban pasandose cuando comence con el vodka con zumo de naranja. Cuando se acabo el vodka con zumo de naranja, la cocina ya estaba llena de gente y también en la habitacion de Stefan te encontrabas mucha mas gente de la normal. Yo deambulaba entre ambos lugares, en los que todos hablaban, cuando comenzé con el Jack Daniels. Conoci a un tipo que estuvo en Uruguay, y a otro que había estado no solo en uno sino en muchos lugares de centroamerica y que pese a tener cara de socio honorario del bayern munchen hablaba espanyol con el mismo acento con el que se quejan ahora y gritan muchos damnificados por airmadrid. La musica seleccionada por Stefan no terminaba de gustar a la gente, y nadie bailaba. Para entretenerme en una fiesta tan alemana primero le cambiaba los dialogos a Eyes Wide Shut (que se proyectaria al menos 8 veces de forma consecutiva durante la fiestaen mi habitación) , y luego asumia el rol de Ursula, Christina. Claudia o Chris. Todas estas actividades no hacian sino evidenciar ya un efecto importante del alcohol en mi sangre. Cuando al final la gente intentó ponerse bailar, ya estaba en la rampa baja de mi borrachera, lo que se mezclo con mis tradicionales quitasuenyos sentimentales deformados por el cristal de la botella. Me negue a bailar con ellos y segurles el rollo, y solo aguante el resto de la noche tratando de hacer de disck jockey ayudado por el tipo de largos bigotes que cantaba el azzurro en aquella otra fiesta hace ya mas de un anyo, para mantenerme en pie ( es preocupante la obsesion de mi subconsciente etilizado por elegir canciones). Acto seguido, aunque aun con invitados por la casa me eche a dormir un rato en el sofa del jefe del dia. Despues seguia con cara de pocos amigos aunque con rostro impávido hasta que todos decidieron irse a acostar.
Obvia decir que el despertar fue infernal. Trate de suavizarlo, he de decirlo, buscando esas canciones escritas para el dia de la resaca. Pero solo encontraba canciones que hablaban de nostalgias, de amores perdidos y fiestas acabadas, de cristales rotos y dias negros. Abri cuanto pude la ventana para dejar entrar la luz en la habitacion, durante el escaso par de horas que aun pude verla antes de que el sol se volviese a ir de la ciudad. Trate de dormir y redespertar el resto del dia, en intentos desesperados de acelerar el tiempo y suavizar los efectos remanentes de la noche anterior. Antes de salir de nuevo al mundo social desayune y me duche. Hice un par de llamadas y salia de algun modo renovado de casa con esperanzas de recuperar algo del animo perdido.
Solo tenia que viajar 3 minutos el la linea U1, pero este tiempo me basto para encontrarme con una chica alicantina a la que creia de vuelta en la mediterranea ciudad, pero que permanecia aun en el barrio del puente de las torres de ladrillos rojos. Luego me juntaba con los companyeros de noche. Otra vez todos hispanohablantes y cervezobebientes, aunque esta vez de 3 o 4 distintas nacionalidades conformasen la baraja de gambiteros. Banyamos el Kebab en cervezas, que me bastaron para activar los efectos de lo bebido la noche anterior, y devastar un poco mas mis maltratados campos de neuronas. Volvimos al barco, del Spree, a escasos metros de donde me sauneaba 3 dias antes cuando mi animo era mucho mejor. Esta vez habia poca gente y demasiada salsa. Conoci a un par de personas muy interesantes, pero mi interes por desaparecer se iba con la musica. JP pensaba lo mismo, y volviamos a las vias donde nos habiamos encontrado antes juntos. Despues nuestros destinos se separaban. Llegaba a casa cansado y con ganas de dormir.
Extranyamente al despertar el domingo aun estaba de buen humor. y el cansancio parecia ser mas fisico que mental. Sali a nadar rapidamente, y al mirar el reloj me di cuenta de que mi prisa me habia llevado a salir una hora antes de lo previsto, y que aun no podria entrar a la piscina. Asi que mientras las canciones popies de Tachenko me llevaban otra vez a un estado de nostalgia peligroso, decidia pasear por el Jardin de las Fieras antes de sumergirme y nadar. El dia era frio, pero el sol brillaba y parecia el dia perfecto para pasear entre las vias y los animales del Zoo. No solo lo pensaba yo, sino la mucha gente a la que me crucé con ojos brillantes. Los arboles aunque casi desnudos ya, daban una belleza hinvernal al parque que convertia al pasear por éste en una nostalgica manyana de domingo en algo hermoso, digno de grabar. Algo que la gente pagaría por ver, pero se pensaria antes de vivir. A mi me sirvio para qe la manecilla del reloj se moviese hasta el punto senyalado, cuando comenzaba mi tiempo para nadar en la piscina.
En la piscina, y al lado de los que hacen gimnasia, nadaban como casi siempre unos pocos jovenes, que casi comienzo a reconocer semana a semana. Sin llegar a tener los efectos del vapor y el calor encerrados en madera escandinava, los largos a crol o a braza siguen siendo mi medicina dominical. Volvía a casa, y en contra de lo pensado, todavia no habia comenzado con la ingesta de comida india, la segunda parte de las celebraciones por el cumpleanyos de Stefan. Mientras guardaba mis cosas, comenzaba a llegar la gente, casi toda ella presente tambien el viernes anterior. Excepto un pequenyo brote de mis enterrados problemas, la tarde y la noche fueron de risas, charlas y postres dulces. Es dificil verme de mal humor cuando hoy buena comida. Y menos aun cuando hay mucha, y la disfruto rodeado de amigos. Parecia que la resaca acabo despues del banyo.

*compañero valenciano de despacho (y sin embargo amigo)
escuchando-> Los restos del ninyo gusano
leyendo-> Caen las paginas del tambor como golpes sobre su superficie