miércoles, diciembre 06, 2006

Pensando iberico

Aquel lunes fue algo insulso, desde que llegue a ella, como siempre a una prudente hora, no paso nada en la oficina digno de recordar. Hable con Annete y al final me decidi a viajar a Dresden. En la oficina solo estabamos tan soloShiva y yo, asi que cuando el hambre apretó me dirigí solo hasta la mensa. Me encontre allí con Lukas, el otro chico que hace el Diploma con Annete, y tuvimos una comida con una conversación muy tranquila y alemana, sin altibajos en la discusion, y volvia de nuevo a la oficina un dia humedo y frio. No hubo tampoco nada que destacar hasta que volvi a casa, otra vez con tiempo justo de prepararme para otra jornada de baloncesto. En el vagon del SBahn me cruzaba con una cara de esas magneticas, que recuerdas y no puedes olvidar, y que luego identifique: pertenece a un ttipo que juega al baloncesto en la misma liga que yo, y que me volvi a encontrar cuando subia al M13 para dirigirme al campo de juego, cansado como inmerso aun en una resaca muy larga. No se si fue que recorde con esa disposición mis tiempos cuando jugaba enresacado, pero jugue como drogado, sin pensar, sin nervios, sin tensión y casi sin fallo. Ademas todos jugamos igual de bien, y ganamos un partido con contudencia, y jugando mejor que nunca. No habia un solo aleman en el equipo, sino tan solo 3 turcos y 3 espanyoles (o un catalan, un gallego y un vascoalicantino). La adrenalina y el sudor desprendido alivianto un poco mi estado postfindesemana, pero me dejo cansado y volatil, como una hoja caliente que cae volando hasta el suelo desde una copiadora. Al llegar a casa previo paso por la pizzeria solo tuve fuerzas para ver Monster, la mejor peli que en la tele pude encontrar. La fuerza que desprendia la protagonista en la pantalla parecian habermela robado a mi, que me dormia poco despues.
El martes pase todo el dia en la universidad, desde una hora relativamente temprana hasta bien entrada la tarde. Me encontraba con un nuevo programa, que utilizaba un nuevo modelo, y me apartaba de nuevo del camino que seguia para meterme por otro, hasta que cansado me dolia la cabeza. La cena en casa de Eduardo me esperaba, pero antes necesitaba algo de aire, asi que caminaba saliendo de mi oficina por el centro de una Ciudad que me es hiperextranyo; lleno de gente comprando y saliendo de comercios, con trafico muchos coches, borrachos, olores, sabores y yonkis, bien podria estar en cualquier otra ciudad de Europa. Otro Berlin, pero no el de mi mundo propio. Como llegaba muy pronto a la cena y pese a llevar un pack de 6 botellas di un par de vueltas por los alrededores de la Casa de Eduardo antes de llamar a la puerta: distinta de la Kudamm y la Tauentzinerstrasse, esa esquina tranquila entre grandes oficinas y caseronas burguesas era otro Berlin mas, una faceta escondida de la ciudad que descubria ahora 2 anyos despues. Tampoco interesante. Cuando miro el reloj me doy cuenta de que ya esta bien de turismo metropolitano.
No llego por suerte tan tarde, sino juntamente con Josu el filosofo. Ceno de miedo, como no lo hacia en centurias. Nos juntamos todos los becarios y me doy cuenta de la importancia del lenguaje para el desarrollo del intelecto. O al menos, para demostrar su existencia, o la falta de esta, y disfruto como en los tiempos del BUP soltando paridas y tonterias varias mientras me hicho a jamon, pinchos y tortilla catalana. Aunque los temas sean serios, entre musicos, filosofos y linguistas, siempre se cuelan anecdotas interesantes como la del tipo al que encontraron un Herpes en el cerebro que le impedia entender cualquier tipo de via oral o escrita, y que crecio y aprendio a comunicarse gracias a la musica, y que es ahora un genio de la interpretacion del Obot. Veridico y cercano. La noche vuela pero no mis cervezas que vuelven conmigo subidas en el U2, que nos devuelve a muchos de los asistentes a la cena a nuestra esquina de Berlin.
Convencido, despues de practicar mi idioma de que no soy tan tonto, parezco el miercoles mas capacitado para enfrentarme a los retos que me presenta la tesis. Me levanto eso si, de nuevo tarde, pero trabajo en casa hasta que el Tito me llama por telefono y quedamos para comer en la Mensa. Me encuentro con muchos mas PEESES, que parecen tan contentos como yo. En la oficina desplazo a Shiva de mi sitio, que pone patas arriba la oficina buscando unas llaves o un armario, y consigo completar algunas graficas antes de irme a la biblioteca, a la que volvia despues de casi un mes sin pisarla. En las profundidades del edificio gris, entre estanterias que se displazan sielencionsas con el girar de grandes ruedas-manivelas, encontre el articulo del anyo 1956 que buscaba y que hoy sigo sin haber leido. Salgo tarde de nuevo a mi cita con los balcanes. Alli nuestro colega introduce alguna danza nueva, con un movimiento con de piernas en forma de tijeras, muy rapido y dificil de ejecutar. Vuelvo a casa contento, rodeado de feminidad, pero me vuelvo a encontrar cansado y me acuesto al poco tiempo de llegar.
El jueves salto de la cama, de nuevo tarde. No hay dia que consiga llegar a la clase a las 8:30. Esta vez son solo 15 minutos, pero para mi desgracia, cuando llego al aula la encuentro vacia. Parece que el profe se ha ido a Dresde al congreso y ha suspendido la clase. Entre bostezos desayuno en la cafeteria solitario, aunque algunos PEESE conocido me rescatan de mis musaranyas. Voy al cuartito y pierdo el tiempo hasta la hora de comer, cuando voy a la Mensa otra vez con la expedicion ya conocida. Despues vuelvo a la Biblioteca y me fotocopio lo que hasta hoy es mi ultimo documento impreso utilizado para la Tesis. Copias del Atlas del Calor, una especie de Biblia del Ingeniero Termico, que desisto de llevar en prestamo por la salud de mi espalda. Me retuerzo la mente de nuevo tratando de entender la nueva teoria, entre bostezos de suenyo y dolores de cabeza. A las 18 horas concluye mi semana de trabajo, y voy a casa para tratar de dormir un poco antes de la clase de Bateria y de encontrar una Mitfahrgelegenheit (Posibilidad de viaje en coche compartido). Logro lo primero, pero para lo segundo aun tengo que esperar hasta después de la clase. En esta noto mis mejores con el ritmo que ya casi domino y aprendo un par de fill-ins. Y en casa vuelvo para la reunion-encuentro sobre la economia domestica. Antes comienzo a preparar una Quiche, para endulzar los animos antes de hablar de dinero, y encuentro una forma de viajar a Dresden. La discusion acaba casi a la una, con todos muy cansados y nadie completamente contento. A todos nos toca pagar mas de lo que pensabamos. Y recibo una carta del seguro del Mini, tambien por alli me quieren sacar dinero.





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