jueves, enero 25, 2007

Nervios (Revolviendo, recordando, retomando una semana despues)

He vuelto a hacer lo que me propuse no hacer este anyo. Escribo ahora sobre cosas que pasaron entre una semana y 11 dias atras. Al menos, en esta ocasión, encontraba una razón para hacerlo.
El sabado finalmente, despues de reparar la bicicleta y escribir mis primeras cronicas del anyo, seguia encontrandome con energias, pero al dejarme mis companyeros solo en casa no sabia como gastarlas. Decidi hacerlo al mismo tiempo que estrenaba la bici y me encamine rumbo a Neukolln, para pedalear durante casi media hora, yendo por el camino que me llevaba al trabajo de abril a junio y prolongandolo hasta los banyos vecinos. Una vez en estos consumi un poco mas de energia.
De regreso a casa me encontraba con Uli y su primo viendo la tele. Me preparaba algo para cenar, y mientras me unia a ellos pensaba lo que hacer por la noche. No tenia claro si salir o no hacerlo, asi que hable con mi amigo Fred, mi contacto preferido para los planes tranquilos, y decidi ver una pelicula con el y ver después dependiendo de las ganas si salir un rato más o no. El problema es que comenzamos con "El gran Buffet" pasada ya la media noche, y cuando terminamos de ver como Mastroanni, Picoli y companyia mueron empachados despues de varios dias de orgias y banquetes, quizás conmovido por tal brutal sátira de nuestra sociedad, decidi salir a pasarmelo un rato bien de forma distinta.
Me junté con los primos de Güstrow y el danés en el Lux, un club que pese a estar muy cerca de mi casa aun no habia pisado, y en el que a las 3 aun quedaban unos cuantos berlineses de distintas edades y aspectos hablando y tomando unas birras. Me tome una y el danés me invito a otra, mientras discutiamos sobre nuestros futuros. Al poco rato la cama se convirtió en mi único objetivo, pero cuando regresé a casa una seria de ideas nerviosas prendieron en mi (esta vez sin nostalgias, tristezas ni rabia) y no me permitieon dormir hasta vaya usted a saber que hora. Muy levantado el sol debia de ser ya, porque cuando finalmente desperté y levanté ya pasaban unas horas del mediodia. Incluso mis companyeros de piso llamaron a la puerta intrigados.
Los nervios no se iban, pese a probar con otros remedios, asi que decidí aplicar el balsámico que mejor me sienta: una sesión de sauna en el rio. He de decir que era domingo, y estaba inusulamente repleta (casi no podias encontrar tumbona) pero finalmente tras superar el tiempo de estancia normal, logre encontrar mi lugar y mi calma y regresar a casa con el espiritu renovado. Tanto, que ni siquiera necesité de cena para dormir.
El lunes seguia cumpliendo con mi plan de ir a la universidad y reencontrarme con gente. Esta vez me llegaba una sorpresa; mi tutora me habia inscrito para hacer una presentación intermedia de mi trabajo el miércoles siguiente. Se me creaba asi una nueva ocupación para el resto de la semana, pues no pensaba que tuviese que hacer esta hasta al menos una semana mas tarde. En la uni concluia con lo pensado, pero luego en casa tuve que comenzar a pensar, mientras veia concursos y series en la tele, como preparar mi presentación. Por entre medias crucé Kreuzberg subido en un tren, y mientras leia el retrato de una generación en la que mi padre se empenya en encuadrarme, nuevas ideas volaban a mi cabeza y encontraban un rincon para alojarse en el mundo perpendicular.
El martes había pensado ir a devolver las matrículas del mini que Amir compró para Manolo, que rematriculó el vehículo en Alemania, pero al citarme con Annet para habler sobre la presentación tuve que postponer de nuevo la cita. Con el proyecto parecía tener todas las cosas claras, y aunque con una semana de trabajo claramente a la vista, confiaba en llevarla a cabo sin demasiados problemas. Comenzaba a trabajar en la presentación, mientras las temperaturas seguían siendo templadas y el cielo comenzaba a poblarse de nubes cargadas de agua. Ya en casa Steffan me invitaba a probar uno de sus platos orientales y yo le correspondia con un poco del jamon serrano traido de Espanya. Tras mirar un par de cosas mas para mi proyecto, me acosté tarde, pero sin ningun sintoma extranyo.
Pese a la normalidad con la que me acosté el dia anterior, desperté muy cansado y con la cabeza sosportando una presion de cientos de bares. Decidí no ir a la universidad, al menos hasta después de comer. Comí pero seguía encontrándome debil y enfermo, como me habia pasado otras veces al volver a Berlín, solo que esta vez manifestaba los síntomas una semana después. Me obligué a levantar de la cama y avanzar un poco mas con mis resumenes para la presentación, y, dado mi estado fisico, consegui un rendimiento aceptable. Llame a Amir poco antes de irme a dormir, para ultimar los detalles de la entrega de las matrículas que volvía a retrasarse un dia más. Por algun tipo de conexión en un plano no físico, Amir se habia levantado también con un cuerpo y mente apalizados. En algún otro rincón del planeta, seguramente el resto de nuestros hermanos espirituales experimentaba los mismos sintomas. Yo me iba a la cama drogado y esperando que pasasen pronto.

escuchando-> Muse, Black Holes and Revelations
leyendo-> Retomando al ninyo del Tambor de Hojalata