sábado, septiembre 30, 2006

Cansado, febril, somnoliento, debil, y por momentos, hundido

No es mi estado tan malo como podría sugerir el título del post. Al menos hoy. Quizás pudo ser ayer el caso, o en algún otro momento puntual, pero, afortunadamente, tampoco ha sido este poco elevado estado un continuo desde mi regreso. Por desgracia, si lo mas destacado en mis constantes anímicas.
No se porqué, pero cada vez que vuelvo a Alemania confluyen en mi problemas físicos y de ánimo. Como ya he dicho mas de una vez, lo primero me lleva a lo segundo, pero esta vez lo primero y causa se prolonga mas de lo que debiera.
Es normal, que el martes al mediodia, nada mas llegar, estuviese cansado. Es normal porque entre el lunes y el martes apenas dormí 2 horas, y, después, transcurrieron 6 horas entre tren, taxi, avión y metro, desde que salí de la estación de Renfe en Alicante hasta que llegué a la parada de SBahn que lleva el nombre de mi calle, vía Valencia, Ciudad y Aeropuerto.
Pese a que la mayor parte del vuelo la pasé intentando dormir, seguía presa del suenyo a mi llegada a casa. Afortunadamente no me recibió el huesped, sino una de mis companyeras que estuvo muy simpatica conmigo, hasta que aparecierion Amir y Cris para recibirme a la espanyola, y desayunar conmigo. Como buena noticia se aclaraba lo de Emil y tenia habitación de forma definitiva. Como contrapeso, un montón de cartas, de las cuales la mitad me pedían un dinero del que casi me habia olvidado. Seguía estando cansado, así que después del desayuno dí las buenas noches a todos y me fui a dormir un rato.

Desperté y Uli alivió un poco mis preocupaciones hablando con una abogada amiga suya para que me ayudase con uno la deuda principal que se me imputa.Después me encontré con Stefan, tambien muy simpático, y Emil. Al rato llegó el hermano del primero y nos pusimos a cocinar bajo ordenes de Stefan algún tipo de plato tailandés y muy sabroso. Antes de salir de casa de nuevo vi a la ultima de mis compis, que, aunque mas parca en palabras que los otros, tambien se mostró amable conmigo.
Cogí una de las bicis y fui hasta el club de los visionarios. El día me habia recibido soleado y agradable, y la noche aun permitia sentarse tranquilamente a tomar unas birras al lado del canal. Eso hice con Cris y Amir, un amigo suyo ilicitano y 2 amigas de este, hablando tranquilamente un rato mas en espanyol. Al cabo de un rato empecé a notar el cansancio acumulado y las ganas de permanecer se desvanecieron, asi que volví a la habitación aparté un par de colchones y me puse a dormir.
Desperté no muy tarde y no en exceso cansado. Me duché y pasé el resto de la manyana sacando las cosas de la maleta y buscandoles un sitio en mi nueva habitación que al mismo tiempo se reorganizaba. Estaba en aquellos momentos de buen humor pese a que el dia solo arrojaba una escasa luz gris entre las abundantes nubes, cuando pasaba el medio dia, y aun no habia comido ni desayunado. Una llamada después estaba en el metr o para reencontrarme con mis enamorados amigos, y al salir a la calle puede que a causa del gris del dia, o mas problabemente de la falta de ingestión de productos solidos comenzaba a agrietar mi coraza de alegría. Esta pareci reconstruirse un poco al juntarme con los 2 extravagantes ciclistas con los que había quedado y aguanté estoicamente sin apuros la visita a la supertienda de ropa usada en la que no habia estado antes y que se encuentra escondida frente a la embajada croata. Después tras transitar unas cuantas calles de un Schöneberg desconocido para mi, aterrizamos en una hamburgueseria muy moderna y algo cara, y después de poner freno a mi hambre interior, volviendo a comer patatas fritas con pimienta casi 2 semanas despues, nos sentamos en la calle a observar las idas y venidas de las gentes berlinesas.
Después de un rato así, nos pusimos en marcha de nuevo, cada uno rumbo a su casa. En la mia me conecté un rato a internet y escribí un par de emails, para después dejarme llevar por el tiempo en mi cama frente a la tele. El cansancio volvía a hacerse el duenyo de mi cuerpo, y llegué a la medianoche descansando placidamente sin necesidad de dormir. Cuando ya pensaba que no ocurriría, sonó en el piso el teléfono y oí la voz de Amir detras de los cables. Un rato después volvía a salir a la calle para seguir hablando en espanyol. En ese momento se juntaron por primera vez el cansancio con las ganas de hacer nada. Les acompanye a cenar a la pizzeria turca NON-STOP, y a cada momento me sentia con mas ganas de regresar a la postura horizontal. De vez en cuando explosiones de buen humor me permitian seguir un rato con ellos y reir, pero una cadena seguia atandome al cansancio y la desgana. Después de unos ultimos momentos divertidos después de que cayese yo también en la tentación y me comiese una pizza, les convencí a ellos y a mi mismo de que lo mejor era que me fuese, para así poder levantarme manyana con ganas de hacer algo.
Desgraciadamente cuando me levanté mi animo no era el mejor posible. Tal vez se tratase esta vez de la obligación de tener que levantarme e ir a la universidad a hacer colas y arreglar tramites burocráticos, pero lo hice todo arrastrado por los engranajes de la mas pura necesidad. En el viaje de ida ni siquiera leí el libro que llevaba conmigo, absorto en mis pensamientos, después de encontrarme con Amir que fue el que me levantó y de Antonia en el metro, quien al menos, me hizo el trayecto mas ameno. En la universidad todo se resolvió facilmente y sin complicaciones, y antes de volver a casa pase por la biblioteca para buscar algo de biblografia para mi tesis.
En casa después de comer una Chinapfanne frente a la tele, terminé de traducir el texto que tenia pendiente para la gente de Worldvision, y continué leyendo algo sobre máquinas de absorción. Me encontraba inusualmente cansado y mi animo, si mejoraba, era tan sólo a causa de las constantes inyecciones de energía positiva que me trasmite cada mirada a esta ciudad, acostumbrada a reir entre las ruinas y bajo un cielo gris y una atmósfera meláncolica, y por los empujones que yo mismo me daba al darme cuenta de que las cosas no iban del todo mal, al contrario de lo que mis gafas fisicomentales pretendian hacerme ver. Estuve hablando y riendo un rato con mis companyeros, fui a comprar con Stefan y luego recorde que habia quedado de nuevo con la pareja. Con ellos me reencontré frente a un montón de fotografias de hermosas mujeres vestidas o sin vestir, y alegrándome de nuevo de que el erotismo pueda llegar a ser arte. Después viajamos de Charlottenburg a Xberg a ver mas fotografias, estas mostrando a gente mas conocida y que llevaban ropas de luchalapida, para ver de que manera puede continuar la promocion de la marca de mis amigos. Acabamos de nuevo a la media noche, y aunque mis parpados pesasen ya mas que mis gafas, continuaba teniendo de mi lado la balanza entre animo por un lado, y cansancio y enfermedad por el otro. Aun pasaron un par de horas antes de salir definitivamente a bailar, durante las cuales cayó una hamburguesa vegetariana y una cerveza, pero al final llegamos a pisar la pista de baile sin que hubiese sucumbido. Una vez en mi ambiente festivo todo fue como de costumbre: muchas risas, alguna cerveza mas, muchos bailes, esteriles miradas cruzadas, reencuentro con gente de Alicante (Eva) y con muchos espanyoles, y permanecer en el frente hasta que la musica se enciende, Thom Yorke deja de cantar sobre un dvd y Ellen Allien dice adiós.En ese momento también dicen adiós todas mis fuerzas, pero mi pareja de incombustibles amigos se empenyan en seguir hasta que el sol brille en lo mas alto. Encontramos un lugar para continuar, pero el precio en euros para ello me brinda la cohartada perfecta para abandonarlos. Al fin llego a casa, ya con el sol invadiendo el suelo de mi nueva habitación.

3 horas después suena el timbre y Amir aparece por casa. Entonces todas las palabras del título acompanyadas de la mala hostia que se levanta en mi cuando duermo poco, despiertan conmigo y se levantan conmigo para abrir la puerta. Sin saber como, consigo reprimir todo esto y me dejo llevar por Amir hasta las oficinas donde tiene lugar toda la burocracia que acompanya a la compra de un coche y la transferencia de documentacion y matriculas. Entre decenas de turcos atosigándonos para que matriculemos el coche en su negocio, nos encontramos con la extranya pareja que van a transferirnos toda la documentación junto con las llaves de su antiguo coche.2 o 3 horas después, el recien comprado Mini Cooper me deja delante del 24h turco de mi calle y me despido de Amir, despues de haber conocido a una extravagante pareja que le vende el coche a Amir y toda el proceso que esta compra conlleva. Cuando llego a casa mi animo toca el minimo: después de un sepulcral buenas noches por mi parte, me encierro en la habitación, esperando que el suenyo y el reposo curen un poco a mi malherida alma.
Me despierta Dolly Parton sonando a toda hostia en la habitación de Uli, salgo y le pido que lo baje: el dolor de cabeza persiste, el cansancio no desaparece y el ánimo se demuestra dificil de mejorar. Vuelvo a la cama despues de desayunar a las 7 de la tarde. Parece que descanso algo mas pero cada vez soy mas consciente de que me encuentro de algun modo enfermo, y me receto una noche en cama y dormir todo lo que pueda. Antes de esto llamo a mi abogada, que me recrimina con razón mi estupida conducta en el asunto de los sorteos que me condujo a la deuda, y me advierte de que ya sea mucho o poco algo voy a tener que terminar pagando al final.
Vuelvo a acostarme ya en horas de sabado con el piso vacio: suenyo, y mucho, con mi hermano Gonzalo y Yo leyendo juntos un libro de Filosofia que me resulta conocido y no logro identificar, y conmigo escribiendo textos que me parecen tan buenos que quiero saltar de la cama y comenzar a escribirlos. Y asi paso toda la noche, durmiendo y despertandome, escribiendo historias brillantes en suenyos, y viajando a Africa en barca con un grupo de amigos... Decido que debo dejar de proyectar mi fantasia sobre mi, y poner a trabajar a toda la plantilla de mi imaginación el algo que no sea yo.
Al fin despierto, y parece que las constantes vitales de mi animo se han estabilizado. Voy a la cocina, friego algunos platos y desayuno, vuelvo a la cama. Con todo, el nivel de mis fuerzas no llega ni a la mitad del indicador, mi cabeza continua embotada y el suenyo sigue sin despegarse de mi. Pese a tratar de recuperar mi buen humor, este tiene demasiada arena encima para poder desentarrarlo con tan solo un par de paladas. Asi que vuelvo a la cama un rato, y vuelvo a dormir. De nuevo despierto, y ahora, escribo un post que ha tomado un indeseable tono triste y desalmado. Pero no he sido yo solo quien lo ha querido, sino tambien mi salud. Poco a poco estoy mejor, pero me parece que ahora mismo vuelvo a acostarme un rato, a ver si por fin las fuerzas se deciden a salir de su escondite.


escuchando->Dylan, Cohen, S. Rodriguez y La Cabra Mecánica
leyendo->Febril me dispongo a comenzar con "El Codigo Davinci"