domingo, abril 12, 2009

Primavera 2009

Acabo de releer mi ultimo post. Fue escrito el domingo 2 de marzo, apenas unas horas después de cumplir de nuevo anyos. Seis semanas han pasado desde entonces, y no he vuelto a escribir. 6 semanas en las que tuve tiempo de ir dos veces a la sauna, perder mi teléfono movil una vez más resbalarme desnudo al salir de la sauna ante el estupor general, dejar curar mi herida en el costado y dejar irse al invierno en dirección al hemisferio sur.
6 semanas, una presentación interna en la universidad y un artículo aun por corregir. 6 semanas, y una visita marcando la mitad del periodo y coincidiendo con mi santo. 6 semanas y apenas 2 borracheras, muchos partidos de baloncesto vistos y ninguno jugado. 6 semanas y 15 capítulos de Perdidos. 6 semanas y 2 viernes de cineforumlatinoaméricano casi como mis unicas concesiones a la vida pública. 6 semanas, en las cuales he trabajado como casi pensaba que no podria volver a hacerlo.
Cuando terminan estos periodos, e incluso cuando estoy inmerso en medio de ellos, mi caracter obsesivo se presenta desnudo ante mi pero mostrando una cara no tan desagradable que puede llegar a ser util: si, pienso que puede llegar a ser util cuando lo enfoco a lograr terminar algo, pese a mi torpeza, mis olvidos, mi falta de orden y efectividad. De alguna manera, pienso que me han sentado bien estos dias de concentración, de sentir tener un objetivo y una motivación, un final hasta el que tener que seguir leyendo, una puerta al final de la escalera que te impulsa a subir, eso en fin, que a mucha gente confiere todo el sentido de su vida.
Sienta bien y es agradable, pero no creo que pueda ocupar el lugar de motor de mi vida mas que, como ha vuelto a ocurrir, en ocasiones puntuales y esporádicas. Porque supongo que aun sigo buscando el sentido de este transitar por la tierra y el siglo 21, y porque aferrarme ciegamente al lograr algo sin saber porqué me dejaria igual de vacio una vez cumplido el objetivo. Aunque reconozca que necesito estos objetivos puntuales para salir de ciertos pozos de motivación que la lluvia de la desidia motiva para mi, y sobre todo para devolver algo a la sociedad que tanto y de tantas formas me da.
Supongo que una de esas forma de devolver algo o quizás mas ciertamente de darme algo a mi mismo para poder llegar algun dia a devolver, sea tratando de devolver la regularidad a esta isla de reflexiones en el blogespacio (o blogsfera, nombre que no consigo conciliar con el concepto que en mi mente ocupa esta forma geometrica).
Trataré entonces de dejar zanjado el tema de estas 6 semanas pasadas, satisfactorias y casi balsámicas para mi cuerpo liberado de obligaciones socioalcohólicas, terminadas de forma oficial el jueves de pascua, como una reducida forma de cuaresma en la que al final judas no entrega al hijo de Dios a los romanos sino mi dedicación profesional a la primavera, las flores y el sol.
Y si, llegó la primavera al fin a Berlin. Lo hizo en realidad la semana pasada, cuando yo aun tratabe de darle la espalda al mundo y a mi balcón, pidiendole al senyor Berlin que esperase por favor una semana mas antes de levantar su gris persiana metálica y quitar del escaparate ese cartel donde escribia "cerrado por invierno".
Aun asi se portó bien y sigue con el negocio abierto al público una semana pasado el dia de apertura, algo que la legislación local por lo visto parecia hasta la fecha tener prohibido. Así que el jueves, como decia, mientras en mi tierra natal caian lluvias y nevadas, aqui seguiamos adictos a la calle y al sol, y yo, al fin, podia disfrutar de el con la cabeza libre de responsabilidades. Libre si, pero algo exhausta aun, con lo que el jueves cenaba no por ultima sino por primera vez en libertad, y me acostaba casi antes de comenzado el viernes.
Y ayer y antesdeayer lo celebre como la calle y el tiempo lo piden: en bicicleta y en el parque, leyendo y dejando el tiempo pasar, llamando a toda la gente que me creain muerto o desaparecido, desayunando tarde, viendo el televisor desde la cama y siendo tentado por el agua para saltar a ella, aun demasiado fria. El viernes incluso salude timidamente al alcohol, un par de cervezas, cuatro bailes y un punyado de canciones, que me llevaron del centro de la ciudad a mi barrio, de la bossa nova al emopop, y de nuevo a mi cama mientras volvia a despedirme de amigos una noche de viernes un par de semanas despues.
La coincidencia llena ahora la ciudad de amigos mios en busca de un lugar donde alojarse: unos huyendo de relaciones que no funcionaron, otros buscando el lugar adecuado para olvidarlas, unos mas de vuelta en la ciudad para no quedarse sin ellas, y otros aun en su lugar pero semivaciado el corazón. Yo vuelvo enterarme de ello y vuelvo a sentirme humano, cerca de mis amigos y sus historias, de sus corazones, sus borracheras y sus resacas.
Yo apenas encontré por mi parte resquicios del paseo militar de la cerveza del dia anterior cuando desperté el sabado por la manyana. Me sentia bien, y descansado, aunque apartase mis planes de sauna temiendo hacer una ofrenta imperdonble al sol que aun se dignaba en seguir entre nosotros. Compré y cocine (o algo similar) de nuevo semanas despues y bajo los efectos del sol y el poco suenyo, crei equivocadamente acertado hacerle de nuevo a la siesta un hueco en mi vida...
Cuando desperté el suenyo no me habia soltado del todo, asi que deje que otra gente se emborrachase este sabado de pascua, y decidi quedarme en casa leyendo y viendo un film, acompnayado de una cerveza y helado. Termine sin ver el film ni ver el helado, apresado por mi televisor y los ninyos colombianos de 6 anyos que preparan cocaina para el resto de nosotros enfermos del mundo occidental.
Levanté hace ahora mas de cuatro horas, y seguí mi rutina dominical de ver baloncesto por la tele, desayunar y salir al balcon a saludar al mundo. Quizás ya sea tarde para ir al mercadillo, en apenas una hora tengo una cita en el parque con un par de amigos y una botella de vino. Los planes vuelven a cambiar y por un anyo mas seguiré sin saber que se siente al buscar huevos y conejos en el parque. Quizás baste con encontrar flores para plantar en el balcón, como una ofrenda abierta a la primavera pidiendole que se quede todo el tiempo posible entre nosotros. Y que yo pueda seguir retando a mi memoria, dejando perdidas estas lineas en algun servidor desconocido que nunca sere capaz de encontrar.



escuchando-> Deftones, The Boys Republic
leyendo-> Teil der Lösung