domingo, noviembre 27, 2011

Vías

Según el diccionario de la real academia de la lengua espanyola, la palabra vía tiene hasta 16 significados, significando desde el modo y orden de vida encaminado a la perfección de la virtud de los ascetas hasta cada uno de los conductos por donde pasan en el organismo los fluidos, los alimentos, y los residuos. Con tantos significados, es fácil titular mi primer post en este blog que no recibe actualización desde hace mas de medio anyo con esta palabra.
Es 27 de noviembre, domingo, y cuando termine el dia quedarán cinco semanas para que termine el anyo 2011. Este anyo distintas vias aereas me han llevado 3 veces a Espanya, una a la India y otra a Inglaterra, y la via del trabajo me ha apartado del modo de vida que desearia llevar con mas intensidad, y a alterado el orden en ella de forma que la escritura ha quedado olvidada. Este modo de vida dominado por el trabajo toma los fines de semana como via de escape a una semana que, ocupada en su mayor parte por el trabajo, provoca cansancio en un cuerpo que se siente mas viejo de lo que debiera. Estas vias de escape estan guiadas por un espiritu hedonista que la cicunscribe espacialmente a la cama, la mesa, la barra y la pista de baile, principalmente, un modo de vida de fin de semana que incrementa el cansancio y que me impide sentarme a escribir.
Tendrá todo esto algo que ver con los conductos por los que pasan fluidos, alimentos y residuos en mi cuerpo? O con las vias respiratorias? Que vias están bloqueadas, por que siento este cansancio? Cuando se origina este cansancio arrastrado? A la vuelta de la India, a finales de agosto? Por la via rápida podria deshecharse esta opción, cuando mi memoria repasa sus archivos y encuentra momentos de calma y relax a principios y finales de octubre, y de nuevo a principios de noviembre. Vino a partir de la visita de las frias tierras del este? O de la llegada del invierno? Muchos interrogantes, que quizás no merezcan el esfuerzo de ser cuestionados. Lo cierto es que cuando hace ahora una semana regresé por via aerea de Manchester, arrastraba un cansancio conmigo que parece haber ido engordando con el paso de la semana y mi desinterés por buscar sus orígenes y su fin, y me ha condenado este fin de semana a buscar un modo de vida mas cercano al que propugna la perfección moral asceta.
No era este el plan original. Ya desde el martes (el lunes el cansncio me impidió barajar otra opción para el tiempo libre mas allá que la cena y el descanso en mi cuarto), trataba de virar mi generalizada desgana sin preocuparme de las causas de ella. Así el martes ante la perspectiva de unas horas libres de obligaciones decidí pasarlas en la piscina sobre el rio y las cajas de madera destinadas a la sudada colectiva que la rodean. Quizás fue un error, el agua estaba fria y temblé casi tanto o más como sudé, y quizás pese al bienestar momentaneo los largos en la piscina tuvieron efectos contraproducentes para mi salud, quien sabe. Volvi a llegar a tarde a casa y a acsotarme aun mas tarde. El cansancio el miercoles era patente, y el dia que separa la semana en dos partes, a diferencia del dia anterior y el siguiente, no tuve un instante de respiro en la universidad. Luego continué la vida social en casa de Tunc mas relajado frente a un plato de judias blancas turcas y unos cuantos de vino, que me hicieron dormir sin problema al llegar a casa. El jueves seguia debatiéndome (mi debate interno habia comenzado el lunes) acerca de la posibilidad de acompanyar el sábado a St y algunos miles de amigos suyos a retrasar lo maximo posible la entrega del tren proveniente de Francia y cargado de residuos radioactivos tratados. Una suerte de imperativo moral me animaba a ir, casi me forzaba, después de leer el lunes el excelente email de Stefan, pero mis condiciones físicas y mi animo querian convencerme de pasar el sábado y domingo en Berlin, y principalmente en casa. Entre estas vacilaciones y la discusión virtual de los resultados electorales en Espanya y el mejor medio para organizar el futuro, apenas trabajé el jueves en el laboratorio de forma intelectual. Reduje mi actividad a la fisica necesaria para completar las mediciones, lo que en parte me enojó al ser consciente de mi desgana laboral.
Intuia de algun modo que algo no funcionaba en mi como debia hacerlo.
El viernes fui a trabajar pero ya desde el comienzo note que no podia seguir. Hice lo mas necesario esperando refuerzos de mis companyeros, y cuando estos llegaron, decidi regresar a casa. Ya en ese momento habia decidido tambien que mi salud no era compatible con ningun tipo de acción de resistencia, violenta o no, y que deberia destinar al menos dos dias al reposo.
Ayer, a mediodia y antes de desayunar, pensaba que el reposo me habia sentado bien. Habia visto un thriller tumbado en la cama el viernes, tras dormir muchas horas ese mismo dia, y tras una noche de extranyos suenyos y actividades erotica-oníricas, habia continuado en la posición horizontal la mayor parte del sábado. Aun asi el sabado tuve fuerza para cocinar algo con los restos encontrados en casa, leer un poco y ver un par de partidos de futbol. Pero la mayor parte del tiempo la destiné a dormir. Y cuando levanté ayer, escribi las primeras lineas y crei sentirme mejor. Luego ojeé lo que ocurria en Gorleben, y me alegraba leer que en parte los antinucleares cumplian su objetivo. Luego desayuné escuchando opiniones alemanas en la radio sobre la crisis de la deuda europea, y volvi a sentirme cansado.
Cuando Pedro pasó por casa de vuelta del Mauerpark le recibi sonyoliento. Aun asi sali con el, y el aire de la calle pareció espabilarme un poco. Paseamos, tomamos una hamburguesa aderezada de las habituales conversaciones sociológicas y volvi a casa. Puse otro partido de futbol que volvió a narcotizarme. Desperte y cené algo dulce que encontré por casa, y luego me puse la segunda pelicula del fin de semana. De nuevo algo oscuro, un thriller, suenyos y estados mentales alterados que me mantuvieron despierto hasta la media noche. Y entonces dormí de nuevo. Y de nuevo bien.
Desperté a las ocho y mi cuerpo se negaba a levantarse. Decidí dejarle algo mas de tiempo, pero a las dos cuando quiso volver a ponerse en marcha no podia. Y desde hace cinco horas sigo el rito de suenyo, escuchas de radio e incorporaciones desde la cama para constatar que aun sigo cansado. Hasta hace media hora. Entonces, desde la cama me ha parecido sentirme mejor, me he levantado, y aun con el zumbido presente he reunido las fuerzas para sentarme al ordenador tras ordenar la habitación. He escrito un email al trabajo y he terminado de escribir lo que ayer comencé. Ahora cenaré algo, y leeré en la cama hasta quedarme dormido. Y espero que manyana mi cuerpo por fin se decida a arrancar bien temprano. Quisiera completar algo en estas ultimas cuatro semanas antes del ultimo viaje a Espanya del anyo.

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