DISCULPA OFICIAL

Hace más de tres meses que no escribo en este blog. Mentiría si dijese que me arrepiento de no haberlo hecho, el no hacerlo no ha cambiado sustancialmente ni mi vida ni mi felicidad. Pero tampoco sería honesto si ignorase las decenas de veces que he querido hacerlo, y la vagancia, el cansancio o la falta de tiempo me han impedido hacerlo.
Son tres meses de la primavera del 2008 en Berlin, prácticamente la primavera completa, y el comienzo del verano. Tres meses en los que como siempre la ciudad me ha brindado nuevas experiencias, nuevos rostros, grandes amigos y pequenyas decepciones, y los aviones me han llevado un par de veces de aqui para allá del continente que cada día envejece más.
Comienzo la nueva etapa con la promesa de sintetizar por semanas lo acontecido en estos 3 meses, unas 12 entradas que deberán aparecer por aqui como novelas por capítulos de mi memoria.
Me he decidido de nuevo a escribir después de sentir hoy al fin, la necesidad de hacerlo de nuevo, y que concidiese este impulso con un momento libre con el que comenzar a hacerlo. He leido el último post publicado y eran los finales de invierno, las ultimas nevadas y los ultimos ataques del tinitus que recuerdo. Contaba de unos dias que volvia a sentirme mal.
Hoy me ha vuelto a pasar. Y creo que es la primera vez, curiosamente, desde aquel último post. Puedo que esta sensación me lleve a escribir. Que quiera borrar los sentimientos tristes, tapar mis melancolias con el negro sobre blanco formateado en arial que llena páginas y cierra mis heridas.
No he ido a ver a Radiohead con los amigos de Amir que, desde ayer, visitan Berlin con sede de operaciones en mi cuarto. Cómo siempre que me siento así bebí mucho el findesemana anterior y me gustó. También como siempre, los amigos de Amir me llenaron la cabeza con ideas sobre sexo, amor y otras historias, que tan mal combinan con mis resacas y mis dias tras noches de poco suenyo. Dormí un poco y se me pasó.
Y he levantado aun cansado, pero con ganas de dejar de estarlo, con ganas de escribir estas lineas y volver a pensar en mi y ver que no hay razones para interrumpir el bombeo de felicidad de mi corazón, y con ganas de escuchar toda esa música tan triste y bonita y poder sonreir.
Ayer comí en un restaurante hindú y tome unas birras con mis tres invitados, y en la mensa Gyros con Tsasiki. Hoy comí Gulasch con setas, y el domingo pato con fideos.
Mi dieta me lleva a hacer turismo culinario, veremos donde termina. Espero poder contarlo todo pronto.



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