domingo, septiembre 12, 2010

Postponiendo

Una de mis cualidades de las que menos orgulloso me siento es la de postponer mis planes, mis tareas, mis obligaciones y practicamente cualquier accion que permita retrasar su fecha de realizacion.
Cualquiera que haya echado un vistazo a este blog habra visto que esta caractersitica mia se ve reflejada tambien en este pequenyo reflejo digital de mi persona. Habia postpuesto este post semanas, casi meses. Primero pense en retomar el blog en verano, cuando dejar el trabajo me hizo libre contradiciendo el lema de ciertas construcciones alemanas de la primera mitad del siglo pasado. Y falle. Luego trate de comenzar de nuevo a la vuelta de mis vacaciones, con las baterias cargadas, pero en ese momento se descargo la pila de la cpu de mi negra companyera de porno, cine, comunicacion, trabajo y comunicaciones, y encontre la excusa perfecta para postponer hasta terminado el verano.
Termino el verano e hice planes y una lista de titulos para resumir la estacion que terminaba, pero la publicacion volvio a quedar aplazada para los proximos dias.
Asi que tuvo que llegar un domingo de resaca, dulce y soleada, y de nuevo el no poder dormir ni leer para que algun resorte interno saltase dentro de mi y me impulsase de la cama a la silla del escritorio, venciendo las poderosas inercias de indolencia que actuan como un campo de fuerza sobre mi.
La primera semana del otonyo seguia postponiendo todo lo que podia: no respondi al email invitandome a ir a jugar basket los lunes, ni compre la entrada para el festival del findesemana que mis amigos compraron dos o tres semanas atras, ni pague el alquiler del piso ni las tasas de matricula para el doctorado.
Tampoco cancele la tarjeta de pago electronico perdida (quizas en Praga?) dos semanas atras, pero la necesidad me impidio el postponer ir al banco, donde aproveche para sacar una cantidad de dinero que aun hoy domingo me permite disponer de liquido. En casa nos esperaba una nueva candidata para ocupar la habitacion dejada por Selim. Aunque mi otra companyera tambien gusta en ocasiones de conjugar el verbo postponer no podiamos permitir dejar la habitacion libre mas tiempo, aunque yo ya la habia habilitado como sala de televisor. La candidata era una chica italiana que nos gusto y a la que nosotros parecimos gustar. Tenia buenas papeletas, y creo que hice bien en no ofrecerle ni tortilla ni morcilla que habia preparado y jamado unos minutos antes con un par de ingredientes con fecha de caducidad vencida.
A la manyana siguiente nos visito una chica rubia, delgadita y muy mona, pero tambien bastante joven y que venia a Berlin para comenzar a estudiar. Pese a percibir yo por alguna extranya razon un acento frances en ella, la chica resulto ser de Sajonia, y haber vivido en la isla Anglosajona (me encuentro redudante hoy). Simpatica pero menos compatible que la del dia anterior. En el curro termine de hacer unas graficas y otras historias, y cuando termine no tenia ganas de volver a casa. A la falta de ganas por ir a casa se unia que tenia la tarde libre de visitas o candidatas, y como tenia el monedero cargado, en un impulso decidi ir a relajarme un poco y banyarme en pelotas en las termas del Europacenter. Antes di un paseo por los alrededores y me compre una toalla y articulos de higiene, otra de mis actividades ( a la compra me refiero, no a la higiene) que me encanta postponer.
Volvi a casa y no habia nadie, asi que relajado aunque algo menos de lo habitual, repase los resultados del Mundobasket de la jornada y leia como Argentina le habia metido cuatro a Espanya en el Monumental, y la trifulca verbal en los foros entre argentinos henchidos y patriotas de pacotilla y montilla indignados.
El miercoles como siempre paso rapido en el trabajo entre charlas y teleconferencias, y aparte antes de las cinco tenia que marcharme pitando para recibir la ultima ronda de visitas. Como el primer candidato yanki llegaba tarde comence a ver el segundo cuarto del Espanya-Serbia. Cuando el partido se ponia interesante llegaron mi companyera de piso y su visita germodanesa, y al rato el moceton veinteanyero californiano. A mi companyera de piso le hizo mucha gracia y se entusiasmo con el, y a mi me cayo muy bien, aunque pienso que mi hubiese caido aun mejor si lo hubiese conocido hace unos cuantos anyos. Se fue y lo anyadimos a la lista de favoritos. Luego debia habernos visitado una tipa belgogermana, pero cancelo su cita por telefono como se hace en el dentista, aunque su razon era ya haber encontrado otro lugar. Una pena porque yo seguia intrigado con la germanobelga, que pienso podia ser la misma a la que espantamos entre Stefan y yo (principalmente yo, sinceramente) la semana anterior. Sin dejarnos hacer muchas gracias al respecto llego la ultima candidata directamente desde una gran ciudad de la republica mejicana. Llego, vio la habitacion y se tomo un te con nostros, pero aparte de contarnos que su aficion por el baile le habia traido a la ciudad tampoco nos mostro mucho mas sobre ella o su interes por estar con nosotros, y en apenas en cuarto de hora nos dejo con la tare de elegir a alguien.
Mediante teleconferencia (la segunda del dia) consensuamos nuestras impresiones con Stefan que estaba de paseo al otro lado del charco, y los favoritos comenzaron a perfilarse. Mis dos companyeras temporales se fueron a ver otro concierto parte de la semana musical de Berlin, y yo segui viendo partidos del Mundobasket en la aun vacante habitacion.
A mi lista de actividades postpuestas se anyadian contactar con mi visita para la semana que viene y planificar mi segundo viaje vacacional con mi hermano, pero finalmente pagabamos el alquiler. Llego luego otro dia de curro relajado y tranquilo, en el que me quede hasta tarde a la oficina por haber jugado a la manyana al despertarme sin senyal sonora.
El ultimo dia de la semana me levante con la tarea de comprar finalmente la entrada para el festival que tendria lugar esa misma noche. Como suele ocurrirme muchas veces cuando postpongo y postpongo, se habian acabado las entradas y pese a haber ido a primera hora de la manyana, o mejor dicho justo despues de la levantarme (que no creo que concuerden al 100%), me fui del cerrado aeropuerto al trabajo con las manos vacias.
En el trabajo pese a hacer poco, poco, y a un ritmo muy beneficioso para la salud mental, postpuse la salida del trabajo hasta ser el ultimo en la planta, despues de un dia de charlas sin ganas y excursiones por los laboratorios que aun no conocia tras dos anyos en el departamento.
Asi que cuando sali era de noche, mis llamadas me confirmaban que en la caja solo habia gente buscando entradas, y yo volvia a casa extranyamente cansado (quizas me re-resfrie en las termas el martes?) y sin perspectivas de escuchas postpunk. De nuevo postpuesto.




escuchando-> Big Black, Kerosene

leyendo-> Teoria de la refrigeracion