martes, septiembre 11, 2007

Un fin de semana silencioso y soleado

Una semana después de escribir el último post vuelvo a contar los sucesos acaecidos hace 30 días, es decir, a partir del lunes 13 de agosto. Seguía siendo verano y seguía notandose en la temperatura, aunque la lluvia de vez en cuando se dejase notar y ocultase la radiación solar.
El lunes pagué a mi arrendatario, firmamos el contrato y recibí todas las llaves de mi nuevo piso. En el trabajo comenzaba a jugar mas a fondo con el programita de simulación y comenzaban a surgir las primeras dificultades. Sin embargo, esto hacía todo mas entretenido y la hora de dejar el trabajo llegaba sin avisar.
Aprovechaba los dias de más lluvia para arreglar mis ultimas obligaciones con la universidad y algún que otro trabajo atrasado por resolver con el ordenador. Con el portatil también, un dia de aquella semana vi el primer capítulo de Prison Break. El resto de dias de la semana fueron parecidos, aprendiendo mucho sobre tecnología de enfriamiento por absorción y sobre el programa que utlizar en el curro, mientras conocía poco a poco a los nuevos companyeros. En mi casita en el muro vivía como un turista más de los que sorprendentemente tantos se encuentran en la ciudad en agosto y el miércoles hice mi primera ruta cicloturista alrededor del lago (solo por un lado) llegando hasta el barrio de Lindenberg y su playa para volver de nuevo al centro tratando de no tragar mosquitos. En casa seguía mi batalla con las aranyas: cada día mataba mas y mas de ellas, pero al volver a casa volvía a encontrarme aún mas.
El jueves visité mi nuevo piso para sorprenderme con las vistas y la cantidad de luz que lo inunda al anochecer: desde la decima planta se veia muy bien como caia el sol sobre el lago, así que aproveche los ultimos minutos del dia para excursionar el otro lado del lago y pegarme mi primer banyo salvaje en el lago Tollense.
Y asi llegué al viernes y a mi primer fin de semana en la pequenya ciudad.Me quedé hasta tarde en la oficina, buscando direcciones de tiendas de muebles y bricolaje, y cuando salí de allí fui casi directamente a comprar alimentos y volver a casa. Comencé a ver una pelicula en blanco y negro en el portatil pero me dormí rendido antes de ver el final.
El sábado hice eso que tanto amo hacer en una cama iluminada por el sol: leer un libro sin levantarme hasta que llegue el mediodia. Y lei entre leganyas y sabanas hasta la última página de la historia de la prima Montse, que volvía a hacerme pensar en las mujeres y su relación con el amor, el poder, la dominación y el sexo. Sin embargo el resto del día me deparaba ocupaciones mucho mas terrenales aunque igual de silenciosas: ir en bus hasta el otro extremo de la ciudad y regresar caminando 5 km cargado con 5 litros de pintura y una cama hinchable de 200x180x40 mm que descargar extenuado en mi nuevo y por aquel entonces mas que vacia vivienda. De vuelta me crucé con las dos unicas personas con las que crucé la palabra en alemán en todo el fin de semana: 2 mormones del estado de Washington que querían venderme una Biblia y ayudarme a pintar.
En mi nueva y vacía casa hinche la cama de aire, me tumbe, me desnude y disfrute del efecto invernadero de los ventanales y el sol mientras me echaba una merecida siesta. En mi otra vivienda, la mas bajita y oscura, terminaba con mis labores frente al portatil y me hacía una cena con la que esperar la noche. Fui al cine y vi los Simpsons en pantalla grande. Después me tome un cocktail gratis (bueno, incluido en los 8,10 euros de la entrada del cine) y volvi a casa para acostarme y dormir frente a la tele.
El findesemana y la semana propiamente dicha terminaron de la mejor forma que Neubrandenburg me podia ofrecer: el dia surgió soleado, llamandome a gritos para que subiese a la bici cargado de bocadillos y fruta. Siguiendo el camino aprendido el jueves, llegaba a una pequenya campa verde abierta al lago donde tumbarse, leer y secarse despues de haber refrescado el cuerpo en las aguas.
Escuchando alternativamente a Los Planetas y el Daydream Nation de Sonic Youth regresaba en bicicleta a la ciudad dando una vuelta por las otras manchas de agua en torno al muro, apurando las fuerzas de mis piernas y las horas de un domingo de verano.
En mi cocina de la buhardilla, me brindaba a mi mismo la cena como un veraneante solitario, felcitandome por haber sobrevivido mi primer fin de semana en mi nueva ciudad de una forma tan agradable pese a lo solitario. Diriase incluso, que mejor mi primer fin de semana en Berlin.Aunque en este post no haya viendo vuelta de hoja. Y lo terminaré como terminaba el domingo, con las mismas palabras que terminaba la pelicula que inaguraba y cerraba la noche de mi primer fin de semana en el sur de Mecklenburg: “Buenas Nochas, y buena suerte”

escuchando-> Los Planetas y Sonic Youth
leyendo-> se terminó la historia de la prima Montse

Nostalgia. Y después, continua la semana

Tengo que escribir de nuevo sobre dias, semanas atras. Es lunes y 3 de septiembre, y el verano parece que quiere despedirse para siempre del norte de Alemania. Tengo que escribir sobre días de comienzo, busqueda e ilusión, pero desde mi colchón de aire, en mi nueva habitación vacía y sin luz solo veo un cielo inmenso invadido por las nubes. Y como el cielo, mi cabeza se llena de recuerdos, heridas y besos en el corazón y dias pasados. Quizás por ser lunes, quizás de nuevo otra resaca con retraso, quizás por no haber dormido lo suficiente y estar cansado y semiresfriado o lo que se debe acercar mas a la realidad, por la suma de todos estos factores, anochece en una velada hermosamente meláncolica iluminada tan solo por la luz de la cocina y el flujo de resplandor que lanza el portatil. En la nueva casa, vacía incluso de sonidos, debo perdonarme a mi mismo, pero voy a postponer de nuevo un día mas el contar lo que aconteció en la segunda semana de trabajo en Neunbrandeburg. Ahora, acompanyado por un poco de música de violines y voces profundas, voy a disfrutar de un bello anochecer en las alturas acompanyado de mis pensamientos.

Escuchando -> La costa Brava - Quinceanyeros “El amor es estar obligado a escuchar a
quien no quiere hablarnos”

CONTINUADO EL MARTES 4, DIA SIGUIENTE

Nos remontamos 30 dias para situarnos en el lunes 5 de Agosto. Comienza mi segunda semana en Neubrandenburg y todavía no tengo claro que tipo de alojamiento quiero encontrar, en que lugar de la ciudad y cuanto dinero pagar por él. En el curro, todo sigue siendo superinteresante, sigo conociendo a las colegas que me siguen diciendo en que campo de nuestro proyecto pasan las horas y sigo mirando todas las ofertas de viviendas que encuentro por internet. Me engancho a Dirk que sigue visitando casas. Parece imposible encontrar un piso de una habitación, y los de 2 habitaciones en las zonas que yo quiero pasan claramente de los 300 euros. Veo un piso que me gusta, en una primera planta y buhardilla donde murió hace unas semanas una abuela, pero que todavía conserva su olor en la decoración. Podría ser interesante, pero hay que subir muchas escaleras y tiene muy poca luz. Me lo pienso, pero todoel trabajo a realizar para adecentarlo y la oscuridad del invierno hablan en contra. Con Dirk veo otras dos en sitios que me gustan menos y mas caras.
El martes sigue la rutina en el trabajo, sigo leyendo sobre absorción y conociendo nuevo software y nuevos companyeros. Vemos una nueva vivienda en un lugar al borde de un lago pero casi mas cerca de la ruptura social, y Dirk parece haber encontrado su casa elegida en la zona mas tranquila y acomodada de las que bordean la ciudad pero no el lago. El sol brilla en el cielo y todavía nuestras mangas cortas indican que es verano. Uli aparece, y subimos a tomar un cocktail o una cerveza a una cafeteria que corona las alturas de la pequenya ciudad, y que es un homenaje al régimen anterior dominante por esta zona. Ya comienzan a conocerme los que alli trabajan y la loca de la ciudad: que nos acompanya a Uli y a mi camino del chino donde bufeteamos. Despues Uli prosigue su viaje hacia el norte y yo vuelvo a mi pequenya casa empotrada en el muro.
La primera semana sigue pasando entre sol y calor. Al terminar mis obligaciones el miércoles con Webasto, subo a la bici y costeo el lago Tollensee por su lado oeste, dejando atras muchas zonas verdes, lugares de alquiler de bicis y una playa bastante concurrida aun a las siete de la tarde. Luego vuelvo y disfruto las comunidades de mi hogar gratuito. Del futuro no hay muchas noticias. El jueves soy un trabajador legal, tengo seguro y todos los papeles en regla y por fin, enceuntro un lugar que me gusta. El tipo sin embargo, me da mala espina de entrada. Nada mas ver el piso tengo que decidirme si lo quiero o no, y dejarle 100 euros para asegurarle que voy en serio.Tras desconfianzas mutuas y un rato de extranya tensión, firmamos en un trozo de papel nuestro preacuerdo. He encontrado piso, al fin, y en el trabajo todo continua igual de bien y relajado. Después del mismo y la compra semanal, vuelvo al lago Tollensee subido en mi bici. Esta vez me meto al agua para dejar mi piel mas fria y mi mente mas limpia, lista para beber otro cocktail en las alturas en mi segunda visita a Konis, esta vez con mi amigo Dirk.
Y otra vez llega el viernes y dejar el trabajo poco después de comernos una pizza en el Pronto. Y otra vez llegar a Berlin lleno de gente, y con ganas de reencontrarme con todos. El tiempo sin embargo se nubla, y mi primera semana de curro completa me hace llegar cansado. La botella de vino acabo bebiéndola en casa acompanyado de Steffan que vuelve a agasajar mi paladar con una nueva creación. Selim y Susanne aun no han vuelto de Tunez. Anna se ha ido de visita a la selva negra, y Stefan y yo nos acostamos, como siempre, cada uno tarde frente a su ordenador. Si el viernes tenia nubes el sábado es oscuro y perverso, el perfecto dia para pasarlo con la companyia de la luz artificial, en casa o en otro lugar cubierto. Me decido por lo segundo, y acompanyado por Dani visitamos un par de grandes superficies vendedoras de muebles en Berlin y alrededores, y cenamos en los alrededores tambien, en el apartamento de Dani en el 14 del rasacacielos postdamiano entre la carretera y el centro comercial.
Nico nos informa del plan nocturno postcena: explosión de Soul en el parque de Friedrichshain. Esta vez encontramos la cabanya sin perdernos por el parque, pero cuando comenzabamos a bailar el camarero nos jode la noche, y mis amigos y companyaeros de lengua se mosquean y deciden que lo mejor es pirarse del local antes de las 3 de la manyana.
El domingo, claro, despierto sin resaca ni dolor. El cielo sin embargo, acatarrado, no presenta buen color y tose en forma de gotas que me salpican rumbo al sur. Con Dani y Nico completo el findesemana con un poco de programacion cultural, visitando un palacete en el Wannsee dedicado a la escultura de un ingles cuyo nombre ahora no recuerdo, y que debe ser uno de los precursores de la escultura abstracta.



Tras la cultura llenamos la barriga en un Imbiss y vuelvo a cruzarme Berlin para que Dirk me recoja en mi casa y tomemos de nuevo la B96a hasta llegar a Neunbradenburg.

escuchando-> Soul Explosion, Baby
leyendo-> La oscura historia de la prima Montse