jueves, enero 28, 2010

2010: un comienzo docente

Hoy es 13 de febrero y al fin logro escribir mi primera entrada integra del anyo. Nos encontramos ya en la entrada 6 del calendario, asi que debo 6 relatos que, esta vez si, pienso entregar cumplidamente hasta relatar lo que acontece estos dias. Si no hoy, sera manyana, pero de este fin de semana no pasa.
Debe quedar constancia de que al principio tenía escusa: al regresar a Berlin de Alicante, via Bristol, no tenia aun ningún dispositivo para conectarme a la red global desde casa: mi viejo portatil se habia jubilado prematuramente y necesitaba un tiempo para encontrar su sustituto. Adicionalmente no tenia mucho tiempo para escribir, pues la primera semana, entre el 5 y el 10 de enero, debia prepararme para mi primera experiencia docente real que se consumón entre el 11 y el 15. Así que el 4, nada mas llegar, compré el primer Döner del anyo, saludé a Susanne, a Steffan y a Jas, repartí los Muffin adquiridos en la parada en las islas británicas y me pusé a dormir. El dia 5 comenzaron mis dias bajo cero por Berlin que durarán al menos según mis estimaciones hasta que cumpla los 30. Y esto no esta muy lejos de cumplirse.
Por eso el dia 5 en la universidad tuve que readaptarme: pensar que comienza la nueva decada, que volvía al frio, que tenía que quitarme de una vez las tonterias que llevo de mi cabeza al blog y viceversa, y comenzar a trabajar. Y ese dia me convencí. Luego por la noche, Steffan me hizo mas agradable la vuelta dejandome disfrutar de Sus Spätzle con queso y cebolla que en cantidades industriales preparaba para mi y sus huespedes, entre los que se encontraban un par de rubias tan dulces como el queso derritiéndose. Volver así a Berlin no fue dificil esta vez.
Por si acaso y debido a que seguía necesitando aclimatarme, el dia de Reyes fui a la sauna por primera vez este anyo, para subir mi temperatura corporal y aliviar tensiones. Funcionó y no recuerdo que mas hice ese dia. En la Uni preparaba con un grupo de mayoria femenina los cursos, y todo se hacia mas agradable. Sin embargo, y pese a enjuagarme constantemente, el sabor de boca meláncolico con el que casi me levantaba cada dia desde el verano del 2009 no terminaba de irse, y el jueves mi subconsciente me traicionaba y me llevaba a ver una comedia romántica antes de dormir que dejaron en mis ojos un trauma post-corte de cebolla.
Llegó el viernes y me animó la perspectiva de ser libre por un par de dias antes de volver a caer en la trampa de las obligaciones. Aquella noche tomamos unos tragos de Ron en casa de Jose, y luego unas cuantas cervezas mas en el bar del capitán de la Simon Dach. En el trayecto y en el destino, jugamos, guiados por Jose,al juego de sonreir y hablar con las rubias por la calle. Reimos un rato y nos olvidamos de que el tiempo pasaba y la nieve seguia cayendo en la calle.
El dia entre el viernes y el domingo domingo fue mas o menos tejido siguiend el mismo patrón: despertar y encontrar un mar de nieve al mirar a la ventana, pasar un dia hogarenyo y beber algo para calentar el cuerpo. En algun momento del dia, tras terminar de leer un comic sobre el Perú y el Sendero Luminoso, llego por primera vez Juan a nuestra casa,, y asi conoci al que desde hace un mes ocupa el lugar de Stefan en esta nuestra Comunidad de convivencia. Luego caminando entre montanyas de nieve y tratando de dominar el secreto arte de hablar por teléfono y no resbalar en la calle, llegué a Neukölln caido ya el telón de oscuridad. En casa de Jose este y yo nos retamos una vez a beber Ron, pero su cansancio lo pudo, y lo deje curandose sus heridas de la noche anterior en casa semidormido, tras haber ido emborrachandome poco a poco viendo capitulos de la triste vida del chaval mas popular de Basauri. Antes de volver yo a mi cama, pasé un rato a bailar por el Hotel, hablé un poco con el camarero simpático y entre la nieve dislumbré que aparecia de nuevo el domingo.
Leí un poco de lo que pensaban los hombres que escribían al terminar la edad media, y encontré en ordenar la habitación la ocupación mas idónea y al mismo tiempo la escusa que mas me agradaba para quedarme el resto del dia en casa. Picado por el gusanillo de la noche anterior segui enguyendo capítulos de QVMT y riendome solo tras la puerta cerrada. Preso de mis adicciones de nuevo en todo el dia no habia mas que desayunado y tenia hambre. Stefan me propuso ir a cenar a casa de Emil, y no me lo pensé por un momento. En una vivienda en un patio de nuevo en Neukölln, como la noche anterior y anterior, sacié mi apetito con una ternera realmente tierna. No pensaba que despues de las navidades en casa iba a seguir comiendo tan bien. Pero entonces el reloj nos sorprendió desprevenidos y no tuve mas remedio que asumir que la segunda semana del 2010 me correspondía ser responsable.


escuchando-> Every Day, Vetiver.
leyendo-> dejando atrás la edad media de la historia de la Filosofia